El encanto de la Patagonia: los 4 lagos de ensueño que se roban todas las miradas en el sur argentino
Estos espejos de agua se convierten en paradas imperdibles del sur de nuestro país, sobre todo en verano, cuando sus aguas frías y cristalinas invitan a refrescarse y a disfrutar de paisajes únicos que parecen sacados de una postal.

La Patagonia argentina deslumbra con escenarios que parecen salidos de una postal. Sus paisajes abiertos, montañas imponentes y lagos de aguas transparentes crean un entorno único que atrae a viajeros de todas partes del mundo. En este rincón del país, algunos espejos de agua se destacan por su belleza y se convierten en verdaderos protagonistas del paisaje, ideales para disfrutar y reconectar con la naturaleza.
Sin dudas, paisajes son destinos imperdibles, especialmente en verano, cuando es posible disfrutar de sus frías pero transparentes aguas. Sin embargo, en cualquier estación del año ofrecen un encanto singular, mostrando siempre una faceta distinta de la región.

A continuación, te mostramos un recorrido por los lagos más impresionantes de Argentina, perfectos para empezar a planificar tus vacaciones.
Lago Nahuel Huapi, Río Negro – Neuquén
Considerado el lago más emblemático de la Patagonia, el Nahuel Huapi se encuentra rodeado por Bariloche, Villa La Angostura y San Martín de los Andes. Sus aguas de un azul intenso, sus playas y la posibilidad de navegar entre islas lo convierten en un destino natural inigualable.

Con una superficie de 557 km², ubicado a 764 metros sobre el nivel del mar y con una profundidad máxima de 464 metros, este lago es un gigante de agua dulce. Sus ocho brazos –Campanario, de la Tristeza, Blest, Machete, del Rincón, Última Esperanza, Angostura y Huemul– se adentran entre valles y montañas, ofreciendo cada uno un paisaje y atractivo únicos.
El entorno que lo rodea lo transforma en un verdadero imán para turistas nacionales e internacionales. Entre sus islas, la Isla Victoria se destaca como la más grande y visitada, con senderos, bosques y playas que atraen a miles de viajeros cada año. El Nahuel Huapi no es solo un lago: es una experiencia que combina naturaleza, aventura y contemplación.
Lago Argentino, Santa Cruz
En el segundo puesto de esta lista se encuentra el Lago Argentino, el más grande del país. Con una extensión de 1.415 km², un largo de 160 km y una profundidad máxima de 500 metros, también se encuentra entre los lagos más profundos del mundo.

Desde El Calafate parten navegaciones que permiten explorar sus brazos y acercarse a glaciares impresionantes como el Upsala y el Spegazzini, admirando sus aguas turquesas, alimentadas por los hielos patagónicos. Este lago es un escenario de contrastes: el hielo eterno convive con la estepa y el viento austral, ofreciendo al visitante una experiencia que conecta con la esencia más profunda de la Patagonia. En su extensión aparecen témpanos flotantes, islas como la de los Pájaros y miradores naturales que permiten contemplar su inmensidad.
Lago Traful, Neuquén
Ubicado dentro del Parque Nacional Nahuel Huapi, el Lago Traful destaca por sus aguas de un turquesa intenso y su entorno de montañas y bosques de coihues y cipreses. Es considerado uno de los lagos más limpios y cristalinos de la Patagonia, muy buscado por fotógrafos y buzos.

Su característica más particular es el bosque sumergido, un conjunto de cipreses que permanecen erguidos bajo el agua desde hace décadas. El nombre “Traful” proviene del mapudungun y significa “unión” o “confluencia”. A solo 26 km se encuentra Villa Traful, un pintoresco paraje de montaña. El lago se conecta por la famosa Ruta de los Siete Lagos, entre Villa La Angostura y San Martín de los Andes.

Lago Lácar, Neuquén
El Lago Lácar, otro de los íconos de Neuquén, combina naturaleza, playas y cercanía con San Martín de los Andes. Sus aguas fluyen hacia Chile a través del río Hua Hum, siendo el único lago argentino que drena al océano Pacífico.

Rodeado de bosques de coihues, lengas y arrayanes, el lago ofrece actividades como natación, kayak y senderismo, con miradores panorámicos como Arrayanes y Bandurrias. Se encuentra en territorios ancestrales mapuches, con comunidades como Curruhuinca en Quila Quina, donde es posible conocer su cultura y artesanías. El nombre “Lácar” proviene del mapudungun y puede interpretarse como “montaña muerta” o “podrida”.

















