El barrio de Buenos Aires que transporta a Cariló: bosque, nuevo polo gastronómico y un boom inmobiliario a pasos de CABA

Un rincón del conurbano sorprende con calles arboladas, ambiente de bosque y una movida gastronómica que no para de crecer. En los últimos años, se convirtió en una zona muy buscada por quienes buscan naturaleza sin alejarse demasiado. Con nuevos proyectos y mayor demanda, promete convertirse en uno de los polos inmobiliarios más atractivos del momento.

El barrio que transporta a Cariló.
El barrio que transporta a Cariló. Foto: Instagram @lepainquotidienar

En la provincia de Buenos Aires, a solo 40 minutos de CABA, se encuentra un barrio que se destaca por su belleza y por su parecido con Cariló, gracias a sus 640 hectáreas de bosque. Tradicionalmente conocido por sus casas quintas de fin de semana, en los últimos años viene sumando habitantes y ganando fuerza en el radar de los desarrolladores inmobiliarios.

Ubicado en la zona oeste —una región que inicialmente creció impulsada por el Tren Sarmiento— este barrio terminó de potenciarse en los años 90, cuando la autopista 25 de Mayo se unificó con el Acceso Oeste. Es importante destacar que el tren no pasa por este lugar, sino que la estación más cercana es Castelar.

El barrio de Buenos Aires que recuerda a Cariló

Parque Leloir es un barrio destacado fuera de CABA. Si bien su conectividad no es la mejor, lo que realmente lo distingue es su entorno verde, sus casas amplias y un polo gastronómico en crecimiento, rodeado de nuevos desarrollos. Hoy se consolidó como el verdadero epicentro del corredor oeste.

Parque Leloir. Foto: Instagram @lepainquotidienar

La mayor actividad se concentra sobre la avenida Martín Fierro, donde en los últimos años surgió una propuesta vibrante que combina restaurantes, hoteles y oficinas, con marcas reconocidas. A diferencia de otras zonas del conurbano, Parque Leloir ofrece naturaleza sin resignar vida urbana: calles arboladas, baja densidad y un ritmo que mezcla bosque y ciudad.

En esa misma línea, hace un año se inauguró el hotel Mérit by Amerian, un complejo que terminó de reforzar el perfil turístico y corporativo del barrio. Su llegada sumó infraestructura, servicios y un nuevo punto de referencia para visitantes y trabajadores.

Parque Leloir. Foto: Instagram @parque_leloir

El futuro hotel Hilton, dentro del complejo Galería Thays, también impulsa la transformación de la zona. Muy cerca se encuentran locales como Kansas, Negroni Patagonia, Fabric Sushi y Lucciano’s.

La pandemia favoreció el crecimiento de Parque Leloir

El crecimiento del barrio está estrechamente ligado al cambio en la forma de trabajar. La reducción de la presencialidad y el auge del home office generaron que la centralidad porteña se expandiera hacia el conurbano. Muchas personas ya no necesitan vivir cerca de su oficina y comenzaron a buscar alternativas fuera de CABA, pero todavía cercanas y bien conectadas.

Ese cambio vino acompañado de un fuerte deseo por sumar metros cuadrados y vivir en entornos naturales. En este corredor del oeste, eso impulsó la demanda de casas para compra y alquiler, junto con una oferta más amplia que la de la ciudad. El resultado es un boom inmobiliario que sigue transformando la zona.

Parque Leloir. Foto: Instagram @parque_leloir

En cuanto a valores, el metro cuadrado ronda entre US$2000 y US$3000, con casos puntuales fuera de ese rango. Es un mercado joven, dinámico y con gran potencial de crecimiento.

La historia de Parque Leloir

La avenida Martín Fierro se convirtió en el eje del desarrollo inmobiliario por ser un área con menos restricciones para nuevos proyectos. Sin embargo, la historia del barrio se remonta a fines del siglo XIX, cuando Alejandro Leloir, un hacendado de peso en Buenos Aires, comenzó a adquirir tierras en el cuartel 4º del partido de Morón.

Parque Leloir. Foto: Instagram @parque_leloir

En 1888, una de esas fracciones pasó a manos de su sobrino, Federico R. Leloir, y luego fue heredada por Antonio César Leloir, quien amplió significativamente la propiedad al comprar chacras vecinas, alcanzando más de 330 hectáreas. En el centro de ese enorme predio decidió crear un parque de 70 hectáreas con una laguna e islote, cuyo diseño se atribuye al paisajista francés Carlos Thays.

A principios del siglo XX, este parque reflejaba la estética europea de la época, con amplios espacios verdes, una arboleda diversa y un diseño pensado para resaltar la belleza natural del entorno.