Estar saludable a los 50: los ejercicios perfectos para mantener el equilibrio del cuerpo

Ejercitar el cuerpo cuando se tiene edades avanzadas es una de las claves para mantener una vida saludable, tanto para el físico como para la mente.
Es fundamental mantener una vida activa en cuanto a los ejercicios a medida que se avanza en edad.
Es fundamental mantener una vida activa en cuanto a los ejercicios a medida que se avanza en edad. Foto: Unsplash.

El ejercicio físico siempre es un aliado clave para mantener la buena salud. Con los cambios en los estilos de vida, el objetivo ya no es simplemente “llegar a los 100 años”, sino hacerlo de la manera más saludable posible.

Aunque los avances de la medicina y la ciencia suelen asociarse con una mayor comodidad y longevidad, lo cierto es que el bienestar en la vejez depende, en gran medida, de mantenerse activo.

Hacer ejercicios de forma regular mantiene la vitalidad en el cuerpo y en la mente. Foto: Unsplash.

Por ello, realizar actividad física de forma regular -tanto ejercicios cardiovasculares como de fuerza y resistencia- puede marcar una gran diferencia en términos de movilidad, fuerza e independencia, incluso en edades avanzadas.

Entre las rutinas más recomendadas para personas mayores se destaca el entrenamiento del equilibrio, esencial para prevenir caídas y favorecer una vida más autónoma y segura.

El equilibrio, la clave para la buena salud en edades avanzadas

El equilibrio es una de esas capacidades que solemos dar por sentadas, hasta que comienza a fallar. Aunque lo practicamos de forma automática en la vida diaria, detrás de esta habilidad actúan múltiples sistemas del cuerpo.

El sistema nervioso central (cerebro y médula espinal), el sistema vestibular (ubicado en el oído interno), el sistema visual y una red de nervios en las extremidades trabajan en conjunto para mantenernos estables.

Sin embargo, el equilibrio es uno de los sentidos que más fácilmente se deteriora con la edad. Entre los principales músculos que ayudan a conservarlo se destacan los glúteos, así como los músculos del pie y del tobillo.

A medida que pasan los años, este deterioro puede aumentar el riesgo de caídas, especialmente a partir de los 50 o 60 años.

En esta etapa, el cuerpo comienza a mostrar señales de desgaste: pérdida de masa muscular, menor flexibilidad, reflejos más lentos y visión menos aguda, factores que afectan directamente la estabilidad.

Por eso, es importante saber que el equilibrio no solo puede preservarse, sino también entrenarse con ejercicios adecuados.

Ejercicios simples para mantener un equilibrio saludable

Para mejorar el equilibrio, los especialistas recomiendan comenzar por fortalecer el glúteo medio, trabajando en distintas posiciones. Si se realiza de pie, es ideal hacerlo con apoyo -por ejemplo, sosteniéndose del respaldo de una silla- y utilizando tobilleras, pesas o bandas elásticas.

También se puede entrenar acostado de lado, enfocándose tanto en el glúteo medio como en el glúteo mayor. Actividades simples como subir y bajar escaleras también resultan muy efectivas.

Es fundamental trabajar la musculatura de los glúteos, cuádriceps, isquiotibiales, pies y tobillos, ya que son clave para mantener la estabilidad. Para eso, se aconseja mantener una buena postura corporal e incorporar estiramientos y ejercicios de elongación de forma regular.

Una vida sana de mayor depende del ejercicio diario. Foto: Unsplash.

Además, es importante entrenar la fuerza del core, es decir, la zona media del cuerpo: abdominales, espalda baja, flancos, pelvis y glúteos. Estos músculos brindan soporte y ayudan a controlar el cuerpo en movimiento.

Finalmente, disciplinas como el yoga, Tai Chi y pilates son grandes aliadas para mejorar el equilibrio, ya que combinan fuerza, control postural y concentración. También resultan muy útiles todos los ejercicios que impliquen mantenerse estable en posición erguida, desafiando al cuerpo a sostenerse con control.

Simples ejercicios que pueden marcar una diferencia notable en la calidad de vida de las personas, a fin de que el envejecimiento del cuerpo no sea un obstáculo para disfrutar de una vida plena.