Una importante ciudad argentina invertirá USD 500 millones para construir un moderno tranvía: unirá norte y sur en 10 minutos
Si las proyecciones se cumplen, el proyecto podría ingresar a su etapa ejecutiva en el segundo trimestre de 2026. La obra sería una de las inversiones públicas más importantes de los últimos años en el país y marcaría un cambio estructural en el transporte urbano.

En las principales ciudades de la República Argentina, uno de los problemas más grandes para todos los ciudadanos es el tráfico y los tiempos de viaje habitualmente largos. Es por eso que el Gobierno de Santa Fe trabaja en el anteproyecto de un sistema de tranvía urbano que mejore la infraestructura de transporte en Rosario.
El plan es que la obra conecte Villa Gobernador Gálvez y Granadero Baigorria. Con una inversión estimada que ronda los 500 millones de dólares para un trazado de aproximadamente 35 kilómetros, el proyecto prevé que el trayecto hacia el centro de la ciudad pueda completarse en menos de diez minutos, frente a los tiempos actuales que pueden triplicarse durante las horas de mayor congestión.

La obra no requiere túneles ni estructuras elevadas: se instalaría sobre avenidas y espacios públicos existentes, lo que reduce tiempos, costos y complejidad técnica.
La propuesta contempla paradas en sectores clave: ex Batallón 121, Museo del Deporte, Distrito Sur, la Siberia, Ingeniería, Medicina, Tribunales, HECA y la Terminal de Ómnibus. Las alternativas de traza incluyen un ingreso por avenida Ayacucho, uno de los corredores que podría adaptarse sin expropiaciones.
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El proyecto espera definiciones a lo largo de 2026, mientras el Gobierno provincial analiza distintas alternativas de financiamiento, que incluyen créditos internacionales y la posible participación de empresas operadoras. La tecnología prevista permitiría acelerar los tiempos de obra: en experiencias similares alrededor del mundo, estos sistemas se construyeron en plazos de entre 18 y 24 meses.

La iniciativa busca mejorar de manera directa la movilidad y, al mismo tiempo, generar un impacto económico a escala regional. Entre los principales efectos esperados se encuentran el impulso al turismo en zonas ribereñas y espacios culturales, una mayor conectividad para universidades, hospitales y áreas comerciales, y la revalorización de corredores urbanos que hoy se encuentran saturados o subutilizados. Además, se proyecta la creación de empleo tanto en la etapa de construcción como en la futura operación del sistema ferroviario.
A nivel metropolitano, el nuevo sistema contribuiría a reducir el uso del auto particular, acortar los tiempos de traslado y facilitar una planificación más eficiente de las actividades cotidianas.


















