Muy pocos lo saben: cuál es la historia detrás del rojo y verde, los colores de la Navidad

Las tonalidades emblemáticas de las Fiestas de fin de año tienen un significado histórico, religioso y cultural. Los detalles en la nota.

Plantas, decoración, navidad.
Plantas, decoración, navidad. Foto: Grok AI.

Con la llegada de la Navidad, los hogares se llenaron de luces, decoraciones e incluso adornos y árboles que repiten una misma tonalidad: el verde y el rojo. Y aunque muchas personas ya lo usan por costumbre, lo cierto es que cada color tiene un origen y un simbolismo que explica perfectamente porqué siguen siendo los grandes protagonistas que llenan de color las fiestas de fin de año.

Los expertos en colorimetría y decoración, saben perfectamente que los colores comunican emociones y valores, y en la Navidad cumplen un rol central. Tradicionalmente, los adornos combinan verde, rojo y dorado, aunque los dos primeros son los más representativos, especialmente por la presencia del árbol navideño.

Arbolito de Navidad
Por qué el verde y el rojo son los colores de la Navidad

De dónde sale la tradición de los colores rojo y verde para la Navidad

Desde la tradición cristiana, el rojo simboliza la sangre de Cristo, el sacrificio y el amor divino. También se lo asocia con la fuerza del Espíritu Santo y con la idea de entrega y protección. El verde, en cambio, representa la esperanza, la vida y el renacimiento, conceptos profundamente ligados al mensaje navideño y al nacimiento de Jesús.

Además, el arbolito de Navidad, que suele ser de color verde, simboliza la pureza, la conexión con la naturaleza y la esperanza renovada en la época donde los deseos y la ilusión son los grandes protagonistas.

Árbol de Navidad, Fiestas, Arbolito
Árbol de Navidad, Fiestas, Arbolito

Lo cierto es que, la tradición de estos colores, se originó en Europa, donde la Navidad coincide con el invierno. Durante la Edad Media, cuando el paisaje quedaba cubierto de nieve, las plantas de hojas verdes y frutos rojos destacaban por su color y se usaban para decorar hogares como símbolo de vida en medio del frío.

Con el paso de los siglos, estos colores se integraron a las celebraciones cristianas y se consolidaron como parte de la identidad visual de la Navidad. Su combinación representa un equilibrio entre amor, esperanza y renovación, valores centrales de la festividad.

Por este motivo, no es casual ver casas decoradas con una paleta de colores que van del dorado al rojo fuerte. Es mucho más que una simple decoración, es seguir con una tradición originada hace miles de años, cuando surgió el espíritu navideño.