No deseches la cáscara de la manzana: dónde colocarla para que funcione como repelente contra mosquitos

Este elemento puede ser muy útil a la hora de querer ahuyentar insectos, especialmente en los días de mucho calor cuando aparecen más. Cómo funciona la cáscara de la manzana.

El poder de la cáscara de la manzana para ahuyentar insectos.
El poder de la cáscara de la manzana para ahuyentar insectos. Foto: Pixabay.

Colgar cáscaras de manzana en balcones o patios cumple una función práctica y efectiva contra los insectos. Si bien a simple vista pueda parecer algo decorativo, en realidad funciona como un repelente natural que ayuda a ahuyentar moscas y mosquitos gracias al aroma intenso que desprende.

El secreto de este método está en su olor dulce y fresco, que no solo incomoda a los insectos, sino que además perfuma el ambiente de manera natural.

Para qué sirve colgar cáscaras de manzana en exteriores. Foto: Pixabay.

Por eso, colocar cáscaras de manzana en terrazas, balcones o patios puede resultar especialmente útil durante los días de altas temperaturas, cuando la presencia de insectos suele ser mayor.

Todos la comemos mal: el error más común al consumir manzana que te hace perder sus nutrientes

La manzana es una de las frutas más consumidas en el mundo. Versátil, práctica, dulce y llena de beneficios, suele ser la opción elegida para una colación rápida, un desayuno saludable o una merienda liviana. Pero aunque parezca increíble, muchas personas la comen de una forma que reduce gran parte de su valor nutricional.

Rica en fibra, antioxidantes, vitaminas y minerales, la manzana tiene un perfil nutricional que la convierte en una aliada clave para la salud. Sin embargo, al pelarla puede hacer que se pierdan varios de sus aportes más valiosos, especialmente los que ayudan a mejorar la digestión, fortalecer el sistema inmune y prevenir enfermedades, tal como detalla la nutricionista Lina Rodríguez en su cuenta de Instagram @alimentartematernoinfantil.

La importancia de comer bien la manzana. Foto: Freepik

Pero además de pelarla, hay otro aspecto clave que muchas veces se pasa por alto: la variedad de manzana que elegimos. No todas aportan lo mismo ni tienen el mismo impacto en el cuerpo. Algunas son más dulces, otras más ácidas, y hay diferencias importantes en su contenido de fibra, antioxidantes y vitaminas, tal como detalla el sitio especializado

Este concepto se alinea con la Ley de la Variedad del nutricionista Alberto Escudero, que plantea que para lograr una nutrición completa no alcanza con comer “bien”, sino que es esencial incluir alimentos diversos. Según esta perspectiva, incluso dentro de un mismo grupo —como las frutas—, hay que variar para aprovechar todo el espectro de nutrientes disponibles.

Incorporar distintas variedades como la roja y la verde a lo largo de la semana, y consumirlas con cáscara y en diferentes momentos del día, puede marcar una gran diferencia. De esta forma, se suman texturas, sabores y, sobre todo, propiedades que benefician la salud de manera integral.