Juan Cabandié: “Dante Gebel, entre la teología de la liberación y la teología de la propiedad”

El ex ministro analizó la incursión del presentador en la política argentina. Mirá su opinión en la nota.

Dante Gebel.
Dante Gebel. Foto: X

Juan Cabandié analizó la incursión de Dante Gebel en el arco político de nuestro país, en la nueva presencia de un outsider tras la llegada de Javier Milei a la presidencia.

En una nota publicada por la revista Panamá, el ex ministro analizó la llegada del presentador a los principales medios políticos del país.

A continuación, la nota del dirigente político sobre Dante Gebel.

Dante Gebel.
Dante Gebel. Foto: X

“La Doctrina Social de la Iglesia, iniciada con la encíclica Rerum Novarum de León XIII, del año1891, sienta principios básicos sobre la dignidad del trabajo, la justicia en las relaciones laborales y la necesidad de una respuesta cristiana frente a las desigualdades económicas. Esa encíclica no resolvía los problemas del capitalismo industrial, pero sí legitimó que la Iglesia interviniera en la “cuestión social” y defendiera medidas en favor de los trabajadores y la justicia distributiva.

Años después, el Concilio Vaticano II de 1962-1965 actuó como catalizador: su llamado al aggiornamento ofrecía herramientas teológicas y pastorales para pensar la fe en diálogo con la realidad social y política. El Concilio no dictó una teología concreta de la liberación, pero sí legitimó una mirada más comprometida y una mayor apertura al análisis de las estructuras que producen pobreza. Poco después Paulo VI impulsó la encíclica papal Populorum Progressio en 1967, donde denuncia las desigualdades entre los pueblos y defiende el desarrollo y la solidaridad.

Estos hechos fueron estructurantes para el surgimiento de la conocida teoría de la liberación surgida en América Latina en la década de los 60. Ni León XIII ni Paulo XI fueron creadores directos de dicho movimiento, pero aportaron fundamentos sólidos en la conceptualización de su despertar en nuestra región, basada en una mirada teológica social, poniendo el acento en los pobres y la opresión de los pueblos marginados. Este nuevo tiempo de la Iglesia en América Latina incorpora a la práctica pastoral, conceptos y herramientas de las Ciencias Sociales para la acción transformadora. Tuvo autores intelectuales como Gustavo Gutiérrez y Leonardo Boff, ambos sacerdotes y teólogos, pero principalmente curas cercanos al pueblo, representantes fieles de esta praxis. También hubo centenares de curas que abonaron a la tarea pastoral denominada opción por los pobres, y algunos de ellos fueron desaparecidos o asesinados.

Ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié
Juan Cabandié

La teología de la liberación supo tener detractores, tanto adentro de la Iglesia como en gobiernos que vieron con temor dicho movimiento, en un contexto geopolítico particular en la región latinoamericana. Dictaduras, militares, Guerra Fría y el temor de Estados Unidos al crecimiento del marxismo en la región. De hecho, en la misma web de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de dicho país, se encuentran documentos desclasificados referidos al accionar del gobierno frente a la preocupación respecto a la Liberty Theology de nuestra región.

En lo personal, tengo diferencias marcadas con el marxismo. Estoy en la vereda opuesta en referencia a los aspectos vinculados al modo de producción propuesto por el socialismo o el marxismo. No creo en la lucha de clases ni en la propiedad social. El peronismo cree en la distribución del ingreso, en la propiedad privada, en la producción, en las fuerzas productivas, en la independencia económica, en la justicia social y en la solidaridad, además de promover una comunidad organizada para llevar a cabo su objetivo final que es la felicidad del pueblo. El peronismo es un movimiento que parió doctrina, y por esa razón trasciende y tiene 80 años de existencia. Tiene fundamentos teóricos y comparte marco de análisis con distintas experiencias y formulaciones teóricas de autores clásicos de distintas disciplinas académicas. Por ello, un peronista puede formular que el materialismo histórico es un método de análisis válido para la interpretación de la sociedad global, porque es una descripción fiel y objetiva del capitalismo. Eso no te hace ni marxista ni socialista, aunque no creo que sea interés de ninguna agencia de Estados Unidos explorar las diferencias y similitudes de los movimientos o partidos políticos de nuestros países. Al contrario, todos somos marxistas comunistas para ellos, como repiten los libertarios frecuentemente en nuestros días.

Volvamos a la reacción de Estados Unidos frente a la teología de la liberación y la preocupación por la época. La CIA y otras agencias arbitraron mecanismos de acción directa, como el Plan Cóndor que articuló con las dictaduras de la región, pero también pergeñaron estrategias con mayor sutileza. Hay mucho escrito sobre lo expuesto, pero me gustaría hacer hincapié en algo que quizás ayude a entender un poco el presente. La teología de la liberación representó la salida colectiva de los pueblos para hacerle frente a la exclusión y para salir del estancamiento con el objetivo de lograr el desarrollo de nuestras naciones.

Como contrapunto frente a este hecho potente con basamento sociológico-religioso y anclaje robusto, aparece en paralelo un elemento cultural. Surgió otra respuesta para interpretar la época referida y la religión pondría el acento en la bendición individual: la llamada teología de la prosperidad. Esa corriente, que toma forma en el siglo XX a partir de movimientos de sanidad curativa y el auge del televangelismo, propone que la fe activa y los aportes económicos pueden traducirse en bienestar material y salud física. Su difusión masiva se originó en la televisión con líderes que hicieron de la promesa de prosperidad un eje central de su predicación. Ese mensaje encontró terreno fértil en contextos urbanos y precarizados de América Latina cuando las iglesias evangélicas comenzaron a crecer con fuerza, ofreciendo respuestas inmediatas y testimonios de éxito que resultaron muy atractivos para amplios sectores populares.

Dante Gebel.
Dante Gebel. Foto: x

Nadie puede negar la capilarización de la iglesia evangélica en los distintos barrios populares de nuestro país y lo mismo sucede en la mayoría de los países de América Latina. El crecimiento se logró esencialmente a través de la promesa material edulcorada con algo de fe religiosa. Sus artífices fueron, en sus inicios, pastores de la denominada iglesia evangélica pentecostal. Con el correr de los años, el despliegue de la iglesia se fue diversificando y adquiriendo mayor complejidad e incorporación de matices dentro de este sector. En Brasil, ha tenido mucho crecimiento la Iglesia Universal del Reino de Dios, a modo de ejemplo. La fórmula o metodología parece exitosa y no tiene derecho de autor. Es algo bastante simple. Se necesita un pastor con formación religiosa o sin ella, un quantum de carisma y un salón, un garaje, un living o un micrófono con amplificador para prometer prosperidad desde un púlpito más o menos destacado. Con el tiempo, personas necesitadas de contención, de abrazos o de ayuda, se reunirán alrededor de una nueva iglesia que en poco tiempo empezará a funcionar y dar frutos. Servirá, a las claras, como espacio de socialización y lumbrera frente a las duras realidades de países que padecen pobreza, exclusión, dificultades de acceso a la salud, falta de empleo, desesperanza y ausencia de proyecto de vida. Ese nuevo espacio tendrá durante un tiempo un financiamiento de una iglesia que lo tutela y aporta recursos para sostenerlo, hasta que logre su autonomía financiera. Son muchos los casos en los que las iglesias y sus pastores han crecido en número de fieles y en recaudación. El elemento central de esta fórmula exitosa está basado en una narrativa vinculada al éxito económico y a la salud curativa, en tanto sus miembros asistan a los cultos con rigurosidad, constancia y aportes económicos. En muchos de esos casos, el discurso impartido desde el púlpito promueve y alienta las ofrendas con la promesa de que se duplicarán o algo similar. Algunos pastores más osados alegan haber escuchado la voz de Dios que les habló prometiendo comprar un auto o viajar, si es que sus fieles depositan efectivo, cheques o transferencias bancarias. Dios proveerá

Es menester ser justos en la caracterización del universo existente alrededor de las iglesias evangélicas y describir que en paralelo existen iglesias de origen europeo que se basan en la doctrina evangélica tradicional luterana, metodista, anglicana y otras denominaciones que NO abrazan el paradigma de la prosperidad mencionado. También es necesario destacar que muchas iglesias evangélicas realizan un trabajo ejemplar en los barrios populares, integrando comunidades para la recuperación de personas en situación de adicción. Estas iglesias ocupan el espacio que muchas veces el Estado deja vacío, además de ser una frontera al entramado narco. Son pacíficos, laboriosos, constantes y cumplen una función importante en el tejido social dañado. También lo hace de antaño la iglesia católica en todo el mundo, con parroquias que son lugares de cobijo para personas humildes. Sin embargo, existe un crecimiento exponencial de la iglesia evangélica en Argentina y Latinoamérica. Son muchas las razones que lo explican. La teología de la prosperidad es una, el carisma de sus pastores es otra como así también las muchas necesidades de los pueblos de países con deudas sociales de larga data como los de nuestra región. Otro aspecto para explicar este fenómeno es que para que una parroquia sea aceptada por la diócesis que le corresponde según el lugar de emplazamiento deseado, el trámite formal, entre el pedido y la respuesta de Roma puede tardar siete años. En ese periodo, las iglesias evangélicas abiertas podrían ser quince, veinte, treinta o más.

En conversación con algunas personas católicas cercanas, entre ellas un cura muy querido por mí, pude acercar alguna observación respecto a cierta formalidad administrativa en algunas de las misas a las que he asistido últimamente. Lejos de la cercanía que tuvo Francisco, lejos de su legado y de sus encíclicas. No pretendo hacer un contrapunto religioso entre una iglesia y otra, pero habiendo sido miembro activo durante diez años de una iglesia evangélica que no abona a la teología de la prosperidad, me animo a reflexionar sobre la necesidad de una mejor traducción del Papa Francisco, para tener una iglesia católica activa, vivaz y llena de jóvenes como se ven en las peregrinaciones a Luján, por ejemplo. Al margen de lo expuesto, vale aclarar que existen denominaciones evangélicas como la iglesia bautista o Hermanos Libres que hacen hincapié en la formación y el estudio pormenorizado de las sagradas escrituras o de la Biblia; no abonan a este materialismo y en el caso de los bautistas, los pastores deben pasar por el seminario y formarse una buena cantidad de tiempo para ejercer en una de sus iglesias. Ahora bien, en mi estadía en la iglesia evangélica, pude percibir el pasaje del ordenamiento original con sus homónimos europeos y la transición y salto de Europa a Estados Unidos. Los viajes, los intercambios, el financiamiento y la cultura. Evidentemente, el país del norte de nuestro continente puso el ojo en nuestros países y ejerce desde hace años una transculturización planificada. Repito, no siempre bajo el paradigma de la teología de la prosperidad, pero para ser justos, las iglesias que sí lo practican quizás representen el 80% o más de los miembros evangélicos que algunos asignan en un 14% de la población de nuestro país. Quien más sabe de esto en Argentina es Pablo Semán, y con él he tenido conversaciones específicas, ya que estudia este fenómeno desde hace treinta años. Coincidimos en que la base de los evangélicos de denominación pentecostal, en su mayoría, son sectores populares de la sociedad, de barrios de clase media trabajadora, que antes de convertirse al evangelismo supieron ser peronistas en muchos casos. He aquí el problema del peronismo que no supo interpretarlos o contenerlos. Capítulo aparte. Ampliaremos.

Dante Gebel.
Dante Gebel. Foto: x

En estos días se habla con frecuencia sobre Dante Gebel. Uno abre el teléfono y aparece Dante Gebel. TikTok, reels. Si ves un stream, aparece Dante Gebel en la conversación. Los portales de noticias hablan de Dante Gebel. En la vía pública, aparecen pintadas de cal y ferrite (color y tipología peronista) de Dante Gebel. Periodistas no libertarios, escriben elogios hacia Dante Gebel. Lo mencionan como carismático, laborioso, con ganas, nuevo. ¿Quién? Dante Gebel. Hay PNT de Dante Gebel. Influencers de más de un millón de seguidores, que escriben en la red X sobre Dante Gebel. ¿Cómo se llama la obra? Hay presupuesto.

Dante Gebel nació en Argentina. Vive hace una década y media en California y hace dos meses se esfuerza para hablar con modismos de un argentino nativo. Tiene un programa de televisión abierta que graba en EE. UU., tiene una o más agencias de promoción de su imagen. Lo asesora y produce una productora fuerte de Argentina, aparece en medios ligados en su mayoría al pensamiento e intereses de EE. UU., pero en estas últimas semanas, algo raro empezó a suceder. Algunos sindicalistas peronistas empezaron a instalar que habría que ¨convencer¨ a Dante Gebel de que se presente como candidato a presidente de Argentina. No de EE. UU., de Argentina. Nadie sabe qué piensa de los temas centrales de la vida pública, a saber: economía, política exterior, producción, empleo, salud, educación, ambiente, seguridad. No conoce el funcionamiento del Estado, vive hace quince años en EE. UU., y, sin embargo, algunos peronistas dicen que hay que “convencerlo” para que sea candidato. Una observación al pasar. Dante Gebel no va a buscar los votos libertarios. Que Dante Gebel sea un outsider, no lo convierte en contrincante de Milei. Los que adhieren a Milei votaran por el original y no por la copia.

Si Dante Gebel vive en EE. UU., nadie sabe qué piensa de la vida pública (a diferencia de cuando Milei era candidato), pone plata a muchos periodistas, tiene un programa de TV abierta, recorre el país con un espectáculo llamado Presidante se sospecha que quiere comer voto peronista y de lograrlo, beneficiaría directamente a Milei. ¿Cómo se llama la obra? Agencia y no de publicidad.

Dante Gebel.
Dante Gebel. Foto: x

Podría suceder que además de obtener voto peronista para dispersar al espacio nacional y popular, también lograra que el triunfo de Milei en 2027 sea más cómodo y holgado. Al unísono, en la misma jugada, puede hacer entrar al parlamento a diputados evangélicos. Poner diputados evangélicos está dentro de la estrategia a la que nos referíamos en los primeros párrafos de la nota. Teología de la liberación vs teología de la prosperidad. Sucedió en Honduras y Brasil, donde los evangélicos apoyan a Bolsonaro, aún después de atentar contra la democracia. El parlamento de Brasil tiene a muchos evangélicos en distintos bloques, pero ante una cuestión de interés del sector, votan abroquelados. La cuestión de interés del sector podría ser elimpeachment que destituyó a Dilma Rousseff, por ejemplo. La CIA en su máxima expresión. Ahora bien, en el caso de que esos diputados evangélicos adhieran al ordenamiento impartido por EE.UU., entonces esos diputados evangélicos serán integrantes del sionismo evangélico en el congreso de la Nación Argentina. Sin ánimo de extender la nota, y con ansias de cerrarla, debo escribir algunas líneas sobre esto. El mencionado grupo está integrado por fieles cristianos, obviamente evangélicos, que hacen una interpretación errada de la Biblia y trasladan al presente un dogma que anida en el Antiguo Testamento y que el advenimiento de Jesús hace 2 mil años rompió para abrir un nuevo tiempo. Los evangélicos sionistas son aquellos que piensan que los judíos e israelitas son el pueblo elegido de Dios. Una equivocación que ofende la inteligencia humana de los cristianos. Lean o no la Biblia, no piensan, al aseverar este aspecto. Para Dios, a partir de la muerte y resurrección de Jesús, todos somos su pueblo. Entre otras inconsistencias, poseen una adoración irracional por el pueblo judío. Adoración no es lo mismo que respeto. Son muchas las iglesias que tienen en sus frentes banderas de Israel al lado de la cruz que simboliza al cristianismo. Respeto a todas las banderas de los 196 países reconocidos por las Naciones Unidas, pero ¿qué tiene que ver la bandera de Israel con el cristianismo? Nada.

Esos mismos evangélicos sionistas son defensores de todas las acciones llevadas a cabo por el dictador Netanyahu, incluso el asesinato de más de 75.000 personas palestinas donde el 80 % eran civiles, 252 periodistas y 20.000 niños. Se olvidan del quinto mandamiento del Antiguo Testamento y no condenan las muertes, y en muchos casos, son capaces de justificarlo. La doble vara y el no cuestionamiento a Israel se convirtió en una cuestión doctrinaria y una bajada de línea explícita del país del norte del continente. En ese mismo mar de confusión, se mezcla con intencionalidad que, Israel es un país, que ser judío es una etnia y que el sionismo es una ideología supremacista y racista. La confusión tiene el objetivo de anular la discusión sobre el accionar sionista de la actual administración de Israel, distante del periodo de Isaac Rabin que propició un acuerdo de paz con el líder palestino Yaser Arafat en 1993. Dos años después, la derecha sionista lo asesinó y gobierna hasta el presente.

La crisis climática acecha, el calentamiento global cambia nuestras formas de vida. Hay recursos estratégicos para la transición energética para los próximos tiempos. Argentina los tiene. Hidrocarburos, litio, oro, plata, tierras raras. El mapa productivo de la Argentina se amplió en los últimos veinte años: al ya conocido sector agropecuario cito de la pampa húmeda del centro de nuestro país y al sector de la industria metalmecánica de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, hay que sumar las provincias de la cordillera que tienen los recursos estratégicos mencionados. Desde la Constitución de 1994, los recursos naturales pertenecen a las provincias, así establecido en el artículo 124 de la Constitución Nacional. Cuando el recién asumido embajador de EE.UU., Peter Lamelas, declaró que iba a recorrer todo el país para sentarse con cada provincia, no lo dijo porque es un hombre que profesa la representación diplomática de cercanía y en campo; sino porque sabe que para que las empresas de EE.UU. se lleven nuestros recursos a cambio de beneficios escasos, tiene que sentarse con los gobernadores y no en Balcarce 50. Entonces, si en los próximos años la cuestión climática empeora, si las catástrofes producidas por colapso ambiental cambian la ecuación y la normalidad, y si escasean los recursos; los países dominantes saben que Argentina tiene todo, incluyendo 45 millones de cabeza de ganado (proteínas), agua dulce, acuíferos, recursos ictícolas y zonas cultivables. ¿Y si van por las provincias? ¿Y si nos dividen? La historia no se repite nunca de la misma manera, pero hay sobrados ejemplos de balcanización de países como sucedió en Europa en la década del 90, puntualmente con Yugoslavia. El accionar fue impulsado por la OTAN. En Malvinas hay una base de la OTAN.

Sostuvo que no descarta ser Presidente Foto: @otrodiaperdidok

Ante este escenario, me pregunto recurrentemente cómo es que el peronismo de las últimas dos décadas decidió abandonar el proyecto nacional y concentrarse en el AMBA, configurando una idea centralista y de minorías. Pareciera que los artífices de la decisión no tienen ánimo de revertirlo, ni de reconstruir puentes rotos. Ante este escenario, habrá que pensar, discutir, pelearse, volverse a amigar, buscar pisos de acuerdo y entender que, como pregonaba el Papa Francisco, la realidad es superior a la idea a la que uno se aferra, que el todo es superior a la parte y no sobra nadie, y que la unidad es superior al conflicto.

La lógica de la prosperidad es nefasta porque promueve una salida individual, genera expectativas consumistas y prácticas de recaudación que, en algunos casos, son opacas. Esta lógica tiene altos riesgos sociales que incluyen la estigmatización de la pobreza por “falta de fe” y la presión sobre fieles vulnerables para donar ofrendas con la promesa de retorno material automático.

Para el peronismo la pobreza es un estado de transición. Los pobres no son pobres, son personas en situación transicional de pobreza. El pobrismo con sus planes sociales no logró quebrar la prolongación en el tiempo de dicha pobreza; por el contrario, creó una identidad que imprimió una idea de pobreza para siempre en las personas que se encuentran en esa situación. Por otro lado, la escasa política económica orientada a la oferta para desarrollar el perfil productivo de nuestro país, e incrementar el PBI que no crece hace catorce años, quizás pueda explicar por qué muchos evangélicos que antes eran peronistas, dejaron de elegirnos y prefieren la contención de la iglesia evangélica que no encontraron en el peronismo".