Caso Diego Fernández Lima: pidieron indagar a Cristian Graf, el principal sospechoso

El fiscal solicitó que el ex compañero de colegio de la víctima preste declaración por los delitos de “encubrimiento agravado” y “supresión de evidencia”.
Diego, el adolescente asesinado a puñaladas en 1984.
Diego, el adolescente asesinado a puñaladas en 1984. Foto: Gentileza Clarín.

El fiscal que investiga el crimen de Diego Fernández Lima, el adolescente de 16 años cuyos restos fueron encontrados en una casa del barrio porteño de Coghlan, pidió que Cristian Graf sea citado a indagatoria.

Martín López Perrando pidió que el ex compañero de colegio de la víctima preste declaración por los delitos de “encubrimiento agravado” y “supresión de evidencia”.

En su dictamen, López Perrando aseguró que “si bien no fue posible determinar fehacientemente la autoría del homicidio de Diego Fernandez, sí pudo acreditarse que efectivamente la víctima fue asesinada y ocultada en el interior de la finca que habitó y habita” el ahora imputado, y que éste “inmediatamente luego del hallazgo de los restos practicó diversas maniobras tendientes a encubrir la averiguación de la verdad”.

Según el fiscal, el acusado “realizó manifestaciones tendientes a desviar la investigación desde su génesis -momento del hallazgo de los restos óseos- con la inequívoca finalidad de garantizar la impunidad de su/s autor/es”.

Para el representante del Ministerio Público Fiscal , Graf “buscó silenciar el crimen de Diego Fernández”.

En otro tramo del escrito, el fiscal sostuvo que el imputado “al momento en que se iniciaron los trabajos de excavación en el domicilio lindero a su finca se mostró preocupado, temeroso de que la verdad saliera a la luz”.

Norberto Cristian Graf, principal sospechoso. Foto: X @_francisco

Asimismo, López Perrando indicó que tras la identificación de los restos como pertenecientes a Fernández, se logró direccionar la investigación respecto a conocer “la existencia de un vínculo” entre la víctima y ahora acusado, y así se determinó que “eran compañeros de colegio y ambos tenían afición por los motovehículos, por lo que las coincidencias más que aisladas fueron más contundentes, al punto de que al día de la fecha sea posible aseverar sin cortapisa que efectivamente el nombrado conocía la existencia del cadáver en el fondo de su casa”.

Además, el fiscal remarcó que “este cuadro indiciario se agrava por el absoluto silencio” que el imputado “mantuvo desde el día del hallazgo -20 de mayo de 2025- hasta la actualidad, pese a la magnitud del descubrimiento y a su directa vinculación con el lugar de inhumación”.