Alerta por extinción masiva: más de 30.000 especies podrían desaparecer por olas de calor y deforestación

De cara al 2100, la combinación letal de olas de calor extremas y cambio en el uso del suelo amenaza con llevar a miles de especies al borde de la extinción, revela. Un estudio identificó que la interacción entre crisis climática y transformación de paisajes expone a los animales a un riesgo sin precedentes.

Alerta por extinción masiva. Foto: Noticias Ambientales
Alerta por extinción masiva. Foto: Noticias Ambientales

Una extinción masiva de especies, en particular de vertebrados terrestres, podría desencadenarse antes de fin de siglo. Así lo advierte una investigación reciente publicada en Global Change Biology, la cual analizó 29.657 especies en todo el mundo para llegar a esta conclusión.

De cara al 2100, la combinación letal de olas de calor extremas y cambio en el uso del suelo amenaza con llevar a miles de especies al borde de la extinción, revela.

El trabajo identificó que la interacción entre crisis climática y transformación de paisajes expone a los animales a un riesgo sin precedentes.

Hasta 7.895 especies en peligro de extinción de cara al 2100

Los resultados del estudio de la Universidad de Oxford proyectaron que, para 2100, hasta 7895 especies podrían enfrentar condiciones completamente inadecuadas para ellas, con riesgo de extinción.

El análisis contempló anfibios, aves, mamíferos y reptiles distribuidos globalmente. Bajo el escenario más optimista, alineado con el Acuerdo de París, el 10% del rango de las especies quedaría expuesto a condiciones no aptas. Sin embargo, en el peor escenario, esta cifra alcanzaría el 52%, advirtieron los investigadores.

Iguana azul. Foto Unsplash
Los anfibios y reptiles resultaron ser los grupos más afectados por la combinación de amenazas. Foto: Unsplash

El equipo científico empleó escenarios socioeconómicos y de emisiones para cruzar datos de distribución y preferencias de hábitat con proyecciones de uso del suelo.

La resolución espacial de 24,1 x 24,1 kilómetros permitió identificar áreas críticas de pérdida de idoneidad.

Anfibios y reptiles, las especies más vulnerables a la extinción

Los anfibios y reptiles resultaron ser los grupos más afectados por la combinación de amenazas. Incluso en el escenario más favorable, más del 23% y 13% de sus áreas de distribución, respectivamente, quedarían expuestas a condiciones inadecuadas.

Las especies con rangos pequeños y aquellas ya amenazadas según la UICN enfrentan un riesgo especialmente elevado. La fragmentación de hábitats limita su capacidad de dispersión o adaptación, mientras las olas de calor intensifican el estrés.

Un caso emblemático es el de la víbora arbórea africana (Atheris broadleyi). Bajo el escenario SSP3-RCP7.0, esta especie perdería el 81% de su área adecuada por uso del suelo y el 76% por olas de calor.

El resultado: un 98% de su rango total bajo condiciones inadecuadas, lo que prácticamente confirma la extinción de esta especie para 2100.

Las regiones críticas: Sahel, Oriente Medio y Brasil

Las regiones subtropicales aparecen como los focos principales de peligro. El Sahel (Sudán, Chad, Mali), Oriente Medio (Afganistán, Irak, Arabia Saudita) y Brasil concentran la mayor concurrencia de olas de calor extremas y pérdida de hábitat.

En estos lugares, la transformación por actividades humanas podría dejar a numerosas especies sin refugio posible.

La investigación analizó la frecuencia, duración e intensidad de las olas de calor, así como la conversión de hábitats naturales en áreas agrícolas o urbanas.

Los autores del estudio señalaron que los efectos combinados del cambio climático y el uso del suelo son más graves que la suma de sus impactos individuales. Además, las olas de calor extremas pueden afectar incluso a los refugios más resguardados.

Amazonía, Brasil, EFE
Amazonía, Brasil, EFE

Las acciones urgentes necesarias para frenar la crisis

Las recomendaciones del equipo investigador incluyen medidas coordinadas para abordar amenazas múltiples. Entre las acciones prioritarias destacan:

  • Fortalecer y expandir las áreas protegidas, priorizando la conectividad ecológica
  • Diseñar políticas integrales que consideren conjuntamente la crisis climática y el cambio en uso del suelo
  • Implementar una gestión adaptativa en zonas críticas
  • Identificar y proteger tanto las zonas como las especies más vulnerables

Los investigadores reconocieron que sus estimaciones podrían ser conservadoras. El modelado no incorporó restricciones de dispersión ni la conectividad real de los hábitats, lo que podría subestimar el riesgo de extinción.

Las proyecciones de uso del suelo tienden a basarse en supuestos optimistas sobre productividad agrícola y tecnología. Sin embargo, no incorporan completamente los efectos del cambio climático sobre estos factores.

El estudio aportó una visión integral sobre la magnitud de las amenazas para la biodiversidad terrestre. Los autores subrayaron la urgencia de respuestas coordinadas e inmediatas para evitar una crisis de extinción sin precedentes.