Todo sobre la lengua de suegra: cuánto tarda en florecer y los secretos para ver sus increíbles flores aromáticas

La lengua de suegra (Sansevieria trifasciata), también conocida como “espada de San Jorge”, es una de las plantas de interior más populares del mundo debido a su resistencia, su bajo mantenimiento y su capacidad para adaptarse a diferentes condiciones ambientales. Su fama se debe, principalmente, a que sobrevive con poca agua, tolera la falta de luz y ayuda a purificar el aire, lo que la convierte en una aliada perfecta para hogares y oficinas.
Sin embargo, una de las preguntas más frecuentes entre quienes la cultivan es cuánto tarda en florecer, ya que sus flores no son tan comunes de ver como sus características hojas alargadas y rígidas. A continuación, te contamos los detalles de esta famosa planta para que puedas ver, con suerte, sus increíbles flores.

La lengua de suegra y una floración poco habitual
A diferencia de otras especies ornamentales, la lengua de suegra no florece con regularidad. De hecho, puede tardar varios años en hacerlo, y en algunos casos, la floración ocurre de manera esporádica, dependiendo de las condiciones de cuidado. Se estima que, bajo circunstancias favorables, la planta puede producir flores cada dos a cinco años, aunque no existe un patrón exacto.
Las flores, de tonalidades blanquecinas o verdosas, suelen crecer en racimos alargados y desprenden un aroma dulce que se intensifica por la noche. Este fenómeno sorprende a muchos propietarios que convivieron con la planta durante años sin haber presenciado su floración.
También podría interesarte

Factores que influyen en la floración de la lengua de suegra
La lengua de suegra florece principalmente cuando se encuentra en un estado de “estrés controlado”. Esto significa que, en lugar de crecer nuevas hojas, la planta destina su energía a producir flores. Algunos factores que pueden estimular este proceso son:
- Edad de la planta: las plantas más maduras tienen mayores probabilidades de florecer.
- Espacio limitado en la maceta: cuando las raíces ya no tienen espacio para expandirse, aumenta la posibilidad de que aparezcan flores.
- Exposición solar: aunque tolera la sombra, una buena dosis de luz indirecta favorece su desarrollo y floración.
- Riego moderado: evitar el exceso de agua es fundamental, ya que un suelo muy húmedo puede provocar pudrición y frenar la posibilidad de florecer.

Si bien su floración es considerada un evento especial, muchos jardineros valoran a la lengua de suegra por su resistencia y estética más que por sus flores. No obstante, presenciar este fenómeno natural se convierte en una recompensa para quienes cuidan la planta con paciencia.