Pese al rechazo de Argentina, el proyecto Sea Lion avanza en las Islas Malvinas: el cierre del financiamiento total del proyecto petrolero

Argentina protesta por el accionar unilateral e ilegítimo de dos empresas extranjeras en el territorio en disputa, pero poco parece importarle al Reino Unido.

Empresas extranjeras extraerán petróleo en las Islas Malvinas.
Empresas extranjeras extraerán petróleo en las Islas Malvinas. Foto: Proactive Investors

A pesar del rechazo expresado por la Argentina, el proyecto petrolero Sea Lion continúa avanzando en las Islas Malvinas y alcanzó un hito clave con el cierre del financiamiento total necesario para su desarrollo. La iniciativa, ubicada en la Cuenca Norte de Malvinas, volvió a quedar en el centro de la escena tras la Decisión Final de Inversión (FID) adoptada por la compañía británica Rockhopper Exploration y la israelí Navitas Petroleum.

De este modo, la empresa que radica en el Reino Unido confirmó el inicio formal de la etapa de desarrollo del campo, que la empresa calificó como “el día más importante” desde su descubrimiento.

La plataforma de perforación de petróleo en Malvinas.Foto: REUTERS / Gary Clemente
La plataforma de perforación de petróleo en Malvinas. Foto: Reuters (Gary Clemente)

Según el comunicado, todos los contratos clave para la Fase 1 ya fueron negociados y firmados por Navitas, y el presupuesto total desde el FID hasta la primera producción se mantiene en 2.100 millones de dólares. Con los fondos ya asegurados a través de la colocación de nuevas acciones, Rockhopper asegura estar totalmente financiada para cubrir su participación en esta primera fase del desarrollo.

El plan financiero incluyó una emisión de nuevas acciones por alrededor de 142 millones de dólares, cuyos fondos cubrirán la porción de capital requerida por Rockhopper en la primera fase y permitirán lanzar, además, una oferta pública dirigida a accionistas existentes para que participen en igualdad de condiciones.

En el marco de la FID, se acordó también la resolución de disputas fiscales previamente divulgadas con el Gobierno de las Islas Malvinas, facilitando así el avance del proyecto hacia la etapa de construcción e infraestructura. Asimismo, el acuerdo con Navitas otorga a esta última el 65% de participación operativa del proyecto, mientras Rockhopper conserva el restante 35%.

Petróleo en Malvinas
Plataforma de perforación de petróleo en las Islas Malvinas. Foto: Wikipedia.

Pese a estas confirmaciones empresariales y financieras, el anuncio continúa provocando reacciones diplomáticas desde Argentina, donde se repudió el avance del proyecto y se calificó la actuación como unilateral e ilegítima ante una disputa de soberanía que Argentina mantiene con el Reino Unido.

El Gobierno argentino se opuso a la extracción de petróleo en las Islas Malvinas

Las compañías estiman que podrían extraer cerca de 819 millones de barriles de petróleo de este lugar, por lo que la firma israelí invertirá U$S 1.170 millones para ejecutar la primera parte del desarrollo. En paralelo, el gobierno de Javier Milei asegura que necesitan la autorización de las autoridades competentes argentinas para llevar a cabo las maniobras sobre la plataforma.

“La República Argentina expresa su más enérgico rechazo a la pretendida ‘Decisión Final de Inversión’ anunciada por las ilegítimas licenciatarias Rockhopper Exploration Plc, de origen británico, y Navitas Petroleum Development and Production Limited, de origen israelí, para el desarrollo del yacimiento ‘Sea Lion’ ubicado en la Cuenca Malvinas Norte, costa afuera de las Islas Malvinas, sin contar con los permisos de la autoridad competente argentina”, señala el comunicado.

Además, apuntaron que “toda exploración y explotación unilateral de recursos naturales renovables y no renovables en las áreas sujetas a disputa de soberanía resulta contraria a lo dispuesto por la Resolución 2065 (XX) y concordantes de la Asamblea General de las Naciones Unidas y del Comité Especial de Descolonización”. De este modo, se reconoce la existencia de una disputa de soberanía entre la Argentina y el Reino Unido.

Incluso remarcaron que “el rechazo argentino se hace extensivo a todos los actos conexos vinculados al avance hacia la fase productiva del proyecto, incluyendo la adopción de pretendidas normativas isleñas, las concesiones de explotación en la plataforma continental argentina, la contratación de proveedores de servicios, y toda otra medida o decisión asociada a las actividades ilegales de exploración y explotación de hidrocarburos en la plataforma continental argentina próxima a las Islas Malvinas”.