Reino Unido: el reactor nuclear más complejo del mundo despierta temores y polémica

El objetivo del gobierno británico es duplicar la capacidad nuclear del país hacia 2050 y garantizar un suministro estable de energía baja en carbono.
La central nuclear de Sizewell C
La central nuclear de Sizewell C Foto: Wikipedia.

El Reino Unido acaba de poner en marcha lo que algunos expertos llaman el reactor nuclear más complejo del mundo: Sizewell C.

Con un costo estimado de 38.000 millones de libras y la capacidad de abastecer energía a seis millones de hogares, el proyecto promete fortalecer la independencia energética del país y aportar a la lucha contra el cambio climático.

Un cartel de protesta de Stop Sizewell C. Foto: Wikipedia.

Sin embargo, no todos ven con buenos ojos esta gigantesca inversión. Críticos lo calificaron como un “monstruo” debido a sus desafíos técnicos y los riesgos financieros asociados. Además, el proyecto enfrentó retrasos históricos y cuestionamientos sobre la viabilidad de sus plazos de construcción.

Aun así, sus defensores destacan que Sizewell C representa un paso crucial hacia una energía más limpia y confiable, capaz de reemplazar parcialmente la dependencia de combustibles fósiles y reducir las emisiones de carbono. La tensión entre el potencial beneficio energético y los riesgos económicos y medioambientales convierte a este reactor en uno de los proyectos más debatidos de la actualidad.

Con la mirada puesta en el futuro, el Reino Unido apuesta a que Sizewell C sea un hito en la historia de la energía nuclear, mientras que sus críticos advierten que los próximos años serán decisivos para determinar si esta apuesta colosal será un éxito o un error histórico.

Europa y la energía nuclear

La apuesta británica por Sizewell C se enmarca en un contexto europeo lleno de contrastes. Mientras Alemania cerró su última central nuclear en 2023 y España planea clausurarlas en 2027, Francia mantiene la energía nuclear como pilar de su matriz eléctrica —cerca del 70 % de su producción— y acelera la construcción de nuevos reactores.

El tablero europeo se mueve: bajo la gestión del canciller Friedrich Merz, Alemania dejó de bloquear a Francia y acepta que la nuclear tenga el mismo tratamiento legal que las energías renovables en la legislación de la Unión Europea. El acuerdo también contempla dar estatus “verde” al hidrógeno rosa y abrir la puerta a financiación europea, aunque Austria sigue en contra y países como Bélgica y Países Bajos reevalúan sus políticas nucleares.

En medio de este debate continental, el Reino Unido, fuera de la UE, avanza en solitario con Sizewell C. Mientras tanto, en Europa crece el interés por tecnologías emergentes como los SMR (reactores modulares pequeños) y la fusión nuclear, dejando a Sizewell C como una apuesta que combina ambición, riesgo y desafío tecnológico.