Caos y violencia en Francia: casi 500 detenidos, bloqueos de rutas e interrupciones de servicios

Una nueva jornada de tensión social se vive en Francia, marcada por enfrentamientos, bloqueos de rutas e interrupciones en los servicios de transporte.
El país galo informó del arresto de al menos 473 personas en casi mil actos y concentraciones celebrados en todo el país.
La protesta, convocada bajo el lema “Bloqueemos todo”, comenzó en redes sociales, pero no logró paralizar a una Francia blindada con 80.000 policías, pero sí atrajo a 175.000 manifestantes, más que lo esperado, en una jornada salpicada de puntuales altercados en las grandes ciudades.
El objetivo central de la movilización es rechazar el ajuste presupuestario de casi 44.000 millones de euros que el gobierno saliente planea aplicar en 2026.
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Los grandes sabotajes en infraestructuras esenciales para el país, como las energéticas, no se produjeron, aunque sí hubo acciones de boicot puntuales en algunas líneas de tren, como el tramo entre Toulouse y Auch, así como intentos de invadir las líneas férreas en la estación del Norte de París, la más frecuentada de Europa.
Los activistas también lograron cortar temporalmente autopistas y rondas de circunvalación de las grandes ciudades como París, Lyon, Marsella o Rennes. Un centenar de establecimientos educativos resultaron también afectados por los paros.
La capital francesa fue uno de los epicentros de las protestas. Parte de su centro fue cerrado al tráfico y se registraron saqueos puntuales en el área comercial de Les Halles, que alberga también cines y una piscina.
En esa misma zona, la fachada de un restaurante asiático ardió, una acción que las autoridades investigan como un acto involuntario y que no dejó víctimas.
“El Gobierno no nos escucha y actúa como le da la gana sin tenernos en cuenta”, denunció la estudiante de 18 años Léa, mientras sujetaba una original pancarta en la que relacionaba la manera de gobernar en la Francia de hoy en día con las causas que provocaron la Revolución Francesa.
“Hay dinero en el país, solo que está mal repartido. Son siempre los mismos que se enriquecen cada vez más. Las principales fortunas han multiplicado su patrimonio de 14 a 15 veces, mientras los ciudadanos de a pie no llegan a final de mes”, criticó Rachid, pequeño empresario de la construcción, de cuya espalda colgaban las banderas del Líbano, de Palestina y de Argelia.