Ni Brasil ni Argentina: el país de Latinoamérica que será una de las 10 economías más poderosas del mundo para 2030

Estudios internacionales proyectan a un país latinoamericano como una de las diez economías más poderosas del planeta en un futuro cercano. Este hecho, que podría reconfigurar por completo las relaciones comerciales con Estados Unidos y China, preocupa a las principales potencias del mundo.
Una transformación silenciosa se gesta en la región, dado que México está en camino a convertirse en protagonista central del escenario económico mundial hacia 2030.

Este país, considerado tradicionalmente como potencia regional, avanza con paso firme hacia un rol protagónico en la economía global, con un impacto directo en la balanza de poder entre las naciones más influyentes del mundo. Es que México podría ubicarse entre las diez economías más grandes del planeta en términos de Producto Interno Bruto (PIB) ajustado por Paridad de Poder Adquisitivo (PPA).
Las cifras proyectadas para 2030 son contundentes: México se acercaría a los USD 3.660 billones. Este desempeño económico no solo supera a otros países latinoamericanos, sino que también lo ubica por delante de potencias europeas y asiáticas en términos de crecimiento e influencia futura.
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México, una futura potencia mundial
Esta nación no solo cuenta con vastos recursos naturales, poblaciones numerosas y sectores industriales en expansión, sino también con una ubicación geoestratégica privilegiada. Dada la estrecha relación que mantiene con Estados Unidos, se encuentra en una posición única para servir como puente comercial y diplomático entre Oriente y Occidente.
Las predicciones para 2030 apuntan a un mundo menos dominado por un solo bloque de poder. En este contexto, el papel de México será determinante. Su crecimiento económico no solo representa una oportunidad regional, sino que marca el inicio de una era multipolar, donde América Latina podría tener voz y voto en los grandes debates sobre el futuro del planeta.
El ascenso de México como potencia económica implica un cambio estructural en el comercio internacional. La tradicional hegemonía de Estados Unidos y China podría verse desafiada por este gigante latinoamericano, que se perfila como socio clave para el futuro de la industria, la energía, la tecnología y la sostenibilidad global.