Como Mary Poppins, pero en la realeza británica: cómo es el estricto entrenamiento de las niñeras “a todo terreno”
Para comprender el nivel de exigencia detrás del cuidado de los futuros herederos de la corona británica, hay que mirar hacia Bath, al suroeste de Inglaterra, donde se encuentra Norland College, una institución que desde 1892 entrena a las niñeras más calificadas del mundo. Fundada por Emily Ward, pionera en el reconocimiento profesional del cuidado infantil, Norland evolucionó para responder a los desafíos de los tiempos modernos sin abandonar su tradición centenaria.
La niñera de los hijos del príncipe William y Kate Middleton es María Teresa Turrion Borrallo, una mujer de origen español que desempeña un papel clave en la vida de los príncipes George, Charlotte y Louis desde que se unió a la familia real en 2014, cuando el príncipe George tenía apenas ocho meses.
En la práctica, María Borrallo no es solo una niñera, sino también una figura de contención emocional, disciplina y seguridad para los niños. Vive cerca de la familia en Windsor y trabaja a tiempo completo, lo que le permite estar presente en su rutina diaria y apoyar a los duques de Gales en la crianza de sus hijos bajo la estricta mirada del público.
Según fuentes cercanas a la Casa Real, es muy querida por los niños y ha sabido mantener un balance perfecto entre firmeza y afecto, enseñándoles normas de comportamiento. Su enfoque está basado en el respeto mutuo, la autonomía progresiva y la responsabilidad, valores que coinciden con la educación moderna que promueven William y Kate.
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Una capacitación de élite, digna de la realeza: cómo se forman las niñeras del Norland College
El proceso para convertirse en “Norlander”, como se conoce a sus egresadas, comienza con una admisión selectiva que no solo evalúa conocimientos académicos, sino también la vocación, la templanza emocional y la disposición ética de cada candidata.
Durante los tres primeros años, las estudiantes cursan una Licenciatura en Desarrollo y Aprendizaje en la Primera Infancia, combinando teoría con experiencias prácticas. Pero lo más intenso comienza en el cuarto año: prácticas en casas reales, familias diplomáticas o familias de alto perfil, donde cualquier error podría tener repercusiones mediáticas o diplomáticas.
La pedagogía en Norland está en constante renovación. Hoy en día, las estudiantes entrenan con bebés robóticos que simulan situaciones reales como el llanto nocturno, fiebre repentina o dificultad respiratoria. También reciben formación en primeros auxilios, enfermería pediátrica, psicología evolutiva, nutrición, protocolo y etiqueta.
Pero lo que verdaderamente distingue a las Norlanders es su formación táctica. Las niñeras aprenden artes marciales, defensa personal, conducción evasiva, entrenamiento militar básico y ciberseguridad. Todo esto responde a una premisa clara: proteger a los menores de cualquier amenaza, ya sea física, digital o mediática. En tiempos de redes sociales, filtraciones y posibles ataques, la figura de la niñera se transforma en una agente de protección integral.
Las egresadas de Norland no solo están al cuidado físico de los niños, sino que forman parte esencial de su formación emocional, su rutina diaria, y su relación con el mundo exterior. Están entrenadas para detectar señales de alerta en el comportamiento, ofrecer contención ante situaciones familiares complejas, y asegurar que los valores familiares y en el caso de la realeza, los deberes institucionales se transmitan desde la infancia.
Por eso, cuando el público ve a los hijos de los príncipes de Gales caminar de la mano de María Borrallo, lo que no se percibe a simple vista es que detrás de esa imagen hay años de disciplina, estudios rigurosos, entrenamiento físico y una preparación meticulosa para cada escenario posible.
De esta manera, se entiende que el Norland College no solo forma niñeras: forma confidentes de las figuras más influyentes, protectoras y educadoras de la élite mundial.
