El mito más grande sobre Napoleón en Rusia fue derribado: un estudio confirma cómo perdió a su ejército

La investigación, liderada por del Instituto Pasteur de Francia, contó con la presencia del científico argentino Nicolás Rascovan. ¿Qué pasó en 1812?
La campaña rusa de Napoleón que terminó en desastre
La campaña rusa de Napoleón que terminó en desastre Foto: Wikipedia

Hablar de Napoleón Bonaparte es sinónimo de grandeza y de uno de los militares más brillantes que dio Europa. Pero un evento trágico marcó el final de su imperio que, hasta ese entonces, no conocía derrota. Durante verano de 1812, lideró un ejército de más de 600.000 hombres para invadir el Imperio Ruso, pero en diciembre apenas quedaban 50.000 con vida. Tras una larga investigación, 213 años después se confirmó el verdadero motivo de esta masacre.

La campaña rusa napoleónica terminó en una derrota militar, con una devastadora retirada del ejército francés y permitió al ejército ruso recuperar el control de Moscú.

Científicos del Institut Pasteur y de la Universidad de Aix-Marsella, de Francia, lograron analizar el ADN de los dientes de los soldados y no encontraron rastro de tifus, derribando el mito de que esta había sido la verdadera causa del masivo deceso. En su lugar, encontraron patógenos que causan fiebre paratifoidea y fiebre recurrente, provocando síntomas como los descritos en los relatos históricos.

Estas dos enfermedades tienen síntomas similares: fiebre alta, fatiga y problemas digestivos, y su presencia simultánea pudo agravar el estado de los hombres muy debilitados por el frío, el hambre y la falta de saneamiento, sostiene el estudio que se publicó en Current Biology.

Un estudio confirmó cómo Napoleón perdió a tantos soldados Foto: Wikipedia

El fin del ejército de Napoleón

Por años los historiadores debatieron sobre los factores que desencadenaron en el final de un imperio que parecía invencible. Informes de médicos y oficiales del ejército sugirieron que se debió al tifus, una enfermedad infecciosa transmitida por los piojos que era común.

Además, un estudio anterior encontró al agente del tifus, Rickettsia prowazekii, y al de la fiebre de las trincheras, Bartonella quintana, patógenos que los relatos históricos relacionaron con la retirada del ejército.

Pero en este 2025, y mediante una nueva tecnología de análisis de ADN antiguo, el equipo de científicos liderado por el argentino Nicolás Rascovan analizó nuevamente muestras de los soldados caídos para ver si realmente un piojo desató el desastre humano.

¿Cómo fue el proceso? Extrajeron y secuenciaron el ADN de los dientes de 13 hombres enterrados en una fosa común en Vilnius, Lituania, muertos durante la retirada del ejército francés de Rusia, y después eliminaron la contaminación ambiental para aislar fragmentos de ADN de patógenos bacterianos.

El tifus no fue la causa principal de la mortandad en la retirada de Napoleón de Rusia Foto: EFE

Se descubrió así entonces rastros de Salmonella enterica, una bacteria que causa fiebre entérica, y Borrelia recurrentis, responsable de la fiebre recurrente, que también se transmite por piojos.

El estudio no encontró R. prowazekii ni Bartonella quintana. Rascovan cree que esta confusión podría explicarse por el uso de diferentes tecnologías de secuenciación, ya que los estudios anteriores se basaron en la reacción en cadena de la polimerasa, una tecnología que hace muchas copias de un segmento específico de ADN a partir de un material de partida limitado mientras que el nuevo método captura más cantidad de ADN.

Napoleón Bonaparte
Napoleón Bonaparte

Un descubrimiento sorpresivo

Además, se encontró que la cepa de B. recurrentis encontrada en los soldados de Napoleón pertenecía a la misma línea que recientemente se identificó en la antigua Bretaña hace 2.000 años durante la Edad del Hierro.

“Esto muestra el poder de la tecnología del ADN antiguo para descubrir la historia de las enfermedades infecciosas que no podríamos reconstruir con muestras modernas”, apuntó el argentino en diálogo con la prensa. “Es muy emocionante usar una tecnología que tenemos hoy para detectar y diagnosticar algo que estuvo enterrado durante 200 años”, reveló Rascovan.

Tras su derrota en la batalla de Waterloo en 1815, el emperador francés fue exiliado brevemente en la isla de Porquerolles antes de ser trasladado a la lejana isla de Santa Elena, donde pasaría sus últimos días.