Tips de limpieza: el truco casero con bicarbonato con un resultado milagroso para las ventanas
Lejos de ser únicamente un ingrediente de cocina, este producto tiene propiedades limpiadoras que lo convierten en un aliado ideal para el mantenimiento del hogar. Cómo usarlo correctamente.

En la rutina de limpieza del hogar, los rieles de las ventanas suelen quedar relegados a un segundo plano. Sin embargo, estos pequeños canales cumplen un rol fundamental en el funcionamiento de las aberturas corredizas y, cuando no se limpian con regularidad, pueden convertirse en un verdadero problema.
La acumulación de polvo, tierra, restos de hojas e incluso humedad favorece la aparición de moho y dificulta el correcto deslizamiento de las ventanas. A continuación, te contamos cómo podés limpiarlos con elementos que tenés en casa.

Para limpiar esta parte de las ventanas, el bicarbonato de sodio se posiciona como una solución práctica, económica y eficaz. Lejos de ser solo un ingrediente de cocina, este producto tiene propiedades limpiadoras que lo convierten en un aliado ideal para el mantenimiento del hogar.
Uno de los principales beneficios del bicarbonato es su capacidad para remover la suciedad incrustada sin dañar las superficies. Su textura levemente abrasiva permite desprender restos de tierra y grasa acumulados en los rieles, ya sean de aluminio, plástico o metal, sin provocar rayones.
Además, actúa como neutralizador natural de olores, algo especialmente útil en zonas donde la humedad y el polvo del exterior se combinan.
¿Para qué sirve limpiar los rieles con bicarbonato?
El uso regular de bicarbonato en los rieles de las ventanas aporta múltiples beneficios:
- Permite una limpieza profunda sin deteriorar el material.
- Ayuda a eliminar olores desagradables causados por humedad o residuos orgánicos.
- Contribuye a reducir la humedad acumulada y a prevenir la aparición de moho.
- Mejora el deslizamiento de las ventanas al eliminar partículas que traban el sistema.

Paso a paso, cómo limpiar con bicarbonato de sodio
El procedimiento es sencillo y no requiere productos costosos. Primero, se recomienda retirar el polvo suelto con un cepillo seco o una aspiradora. Luego, se espolvorea bicarbonato directamente sobre el riel y se agregan unas gotas de agua hasta formar una pasta suave.
Tras dejar actuar la mezcla entre cinco y diez minutos, se frota con un cepillo pequeño o un cepillo de dientes viejo, ideal para llegar a los rincones más estrechos. Finalmente, se retiran los restos con un trapo húmedo y se seca bien la zona.
En casos donde la suciedad esté muy adherida o haya restos de grasa, se puede sumar un poco de vinagre. La reacción efervescente que se genera ayuda a despegar la suciedad más difícil, facilitando la limpieza.

¿Cada cuánto conviene hacerlo?
Los especialistas en limpieza doméstica recomiendan limpiar los rieles de las ventanas al menos una vez por mes. En hogares ubicados en zonas con mucho polvo, viento o humedad, el mantenimiento puede repetirse cada quince días.
De este modo, no solo se mejora la apariencia de las ventanas, sino que también se prolonga su vida útil y se evita que pequeños descuidos deriven en reparaciones más costosas. Un gesto simple, como el uso de bicarbonato de sodio, puede marcar una gran diferencia en el cuidado cotidiano del hogar.


















