Contaminación: un partido bonaerense estudiará la calidad del agua que se toma
Frente a la desconfianza en los informes oficiales, vecinos de Mercedes iniciaron una campaña impulsada por T.A.S. para registrar hogares y tomar muestras bajo un protocolo estandarizado.

Distintas localidades de Buenos Aires atraviesan una preocupación creciente por la calidad del agua potable. Un caso es el de Mercedes, donde vecinos de la zona llevan a cabo una campaña impulsada por el grupo T.A.S. (Tomemos Agua Segura).
La misma se propone un empadronamiento voluntario de hogares y muestras de agua para llevar a cabo análisis independientes respecto de su composición.
La idea incluye la visita a diferentes domicilios para relevar información básica respecto del tipo de suministro de agua, ya sea a través de red o de perforación. La idea es obtener una muestra bajo un protocolo estandarizado.

Analizar con más rigurosidad la calidad del agua
El objetivo principal es construir un panorama más preciso y que verifique la situación, sin que se dependa en exclusividad de los informes municipales, cuya transparencia quedó en duda por diversos sectores de la comunidad.
La convocatoria surgió de forma espontánea entre vecinos que manifestaron su preocupación respecto de la falta de respuestas claras y ante la ausencia de un plan integral que se haga cargo de la problemática.
Además, desde T.A.S. explican que tener una base de datos propia permitirá evaluar con mayor rigurosidad la calidad del agua que miles de personas consumen.
En el caso de que los análisis revelen irregularidades, no se descarta la posibilidad de llevar a cabo presentaciones administrativas o incluso judiciales para exigir que haya medidas correctivas inmediatas.
El malestar social se intensificó en las últimas semanas, junto con reclamos públicos, reuniones barriales y pedidos de informes para exigir soluciones a este problema.

Muchos vecinos entienden que el empadronamiento representa una herramienta de control ciudadano en un momento donde sostienen que el Estado no estaría brindando las garantías necesarias.
La expectativa pasa por tratar de recopilar la mayor cantidad de muestras de agua a fin de poder obtener un relevamiento con datos concretos y dimensionar el problema real y las eventuales soluciones. En definitiva, la ciudad se moviliza con una preocupación genuina: saber cuán mala es la calidad del agua que están consumiendo.

















