Aburridos, pero necesarios: los pasos legales que hay que hacer antes de vender una casa heredada
Para asegurarse una transferencia válida y sin riesgos, hay que cumplir con una serie de procedimientos necesarios. Los detalles.

Al recibir una casa heredada, la mayoría de los nuevos propietarios pretenden vender rápidamente el inmueble. Sin embargo, muchas veces desconocen los pasos legales a llevar a cabo antes de realizar cualquier operación.
Para garantizar una transmisión válida y sin riesgos futuros, lo primero que hay que entender es que, al fallecer una persona, quienes son llamados a heredar adquieren la vocación hereditaria. Es decir, el derecho de aceptar o rechazar la herencia. Solo cuando la herencia es aceptada y se dicta la declaratoria judicial de herederos, se produce la transmisión efectiva del patrimonio.

Una vez entendido eso, también hay que considerar que esa titularidad no les otorga la posibilidad de disponer libremente de los bienes, pese a que los herederos se convierten en titulares jurídicos del acervo hereditario: mientras la herencia no se divida ni se adjudique, los bienes permanecen en estado de indivisión hereditaria.
En esta etapa, las decisiones sobre el patrimonio deben tomarse de manera conjunta por todos los herederos, ya que ninguno puede actuar individualmente sin el consentimiento de los demás o sin autorización judicial.
También podría interesarte
Durante la indivisión hereditaria, los herederos comparten la propiedad del conjunto de bienes, pero ninguno puede vender o transferir un bien sin la conformidad del resto o una resolución judicial que lo autorice. De lo contrario, la operación carecería de validez registral y podría ser impugnada.
Condiciones para disponer de un bien heredado
La venta o transferencia de un bien proveniente de una herencia solo es posible una vez que se cumplen ciertas condiciones legales. En primer lugar, debe existir una declaratoria de herederos firme o un testamento debidamente homologado que determine quiénes son los titulares de los derechos sucesorios.
Además, es necesario contar con el acuerdo entre los coherederos o una partición aprobada judicialmente, que defina cómo se distribuirán los bienes entre ellos. Finalmente, el inmueble debe encontrarse en estado registral y fiscal libre de gravámenes o deudas pendientes, lo que garantiza que no haya obstáculos legales o administrativos para su disposición.
Una vez reunidos estos requisitos, los herederos están en condiciones de disponer del bien de forma válida. Si se elige el mecanismo de tracto abreviado, el juez puede autorizar la escritura directamente a nombre del comprador, simplificando el trámite. En cambio, si no se recurre a este procedimiento, el bien debe primero inscribirse a nombre de los herederos y recién después puede ser transferido a un tercero.
















