Desaparece la esquina más neoyorquina de Buenos Aires: la historia de la emblemática confitería de los 90s que marcó a un barrio

El Manhattan Club Grand Café, ubicado en la esquina de avenida Cabildo y La Pampa, será demolido de forma inminente. Auge y caída de un imponente edificio que se apagó.
Manhattan Club Grand Café, ubicado sobre Av. Cabildo y La Pampa
Manhattan Club Grand Café, ubicado sobre Av. Cabildo y La Pampa Foto: X @tuitterdeale

La geografía de Buenos Aires nuevamente se verá modificada. En pleno corazón del barrio Belgrano, en la intersección de la avenida Cabildo y la calle La Pampa, aún se alza el edificio que albergó al Manhattan Club Grand Café. Pero pronto cambiará, ya que será demolida su icónica fachada.

Inspirada en el estilo art-déco del Chrysler Building de Nueva York, esta confitería se instaló en diciembre de 1995 y durante más de treinta años fue punto de encuentro, cultura y consumo en el barrio. Hoy se despide, pero no así su historia que tiene mucho que contar.

Antes del Manhattan, allí funcionó la confitería Salamanca Foto: X @NuevosBAires

Manhattan Club Grand Café

Después de 30 años, en abril del 2025 el edificio dejó de funcionar para siempre, poniéndole fin a un emblema de la zona para quienes solían visitarlo y para los vecinos. El lugar, famoso por su estética distintiva y por haberse gestionado como cooperativa en su etapa final, no logró mantenerse.

Aunque solo queda la sombra de lo que fue, dentro de poco ni eso, supo brillar en la década del 90. El lugar no era ajeno a negocios de este tipo, ya desde principios del siglo XX había comenzado el boom de los cafés por encontrarse cerca de fábricas y del Hipódromo Argentino.

La esquina se hizo famosa por su cúpula que imitaba al Chrysler Building de Nueva York Foto: X @NuevosBAires

Manhattan aterrizó a fines del 1995, el diseño estuvo a cargo del estudio de arquitectura Kicherer & Bardach. Leando Bardach proyectó el edificio, su concepto y su nombre. En diálogo con La Nación lo pone en palabras: “La cúpula en sí misma es algo que me imaginé cuando todavía estaba ahí la anterior confitería, Salamanca, que ya estaba cerrada y la iban a demoler. Cuando me contactan los inversores para hacer esto, yo vi esa esquina como un punto muy especial de Belgrano, porque ahí hace como un quiebre [la calle], cambia suavemente unos grados de dirección. En esa época Cabildo ya tenía una polución visual importante de carteles. Entonces había que hacer un gesto que realmente resaltara. Y yo pensé que, al ser una esquina, la mismísima esquina tenía que tener una voluntad vertical, algo vertical que fuera más allá del techo”.

El arquitecto, en un posteo de Instagram, escribió que “todo el grand café honra no solo al New York de los 30 y 40, sino que expresa el signo social y político que Buenos Aires vivía en los dolarizados años 90″.

El interior también tenía lo suyo. Contaba con piezas de acero inoxidable, mármol, madera y el revestimiento de las paredes contaba con tela de pana. Una cascada, mucha luz, una escalera “escénica, que se derramaba, más chica arriba, más ancha abajo” y en sus propias palabras “Manhattan Club es un ícono de los años 90″.

El nombre del lugar es simple y pasaba por la idea de asociar a la cafetería con el estilo artístico y arquitectónico. Además, había algo novedoso que era el concepto del ‘grand café’ que en Buenos Aires todavía no existía.

Tras la pandemia de 2020, la clientela cambió y el lugar pasó a manos de una cooperativa Foto: X @NuevosBAires

Auge y caída

Sin embargo, el brillo de sus primeros años se vio opacado. Los socios fundadores, de una extensa sociedad gastronómica, comenzaron a enfrentar problemas estructurales, económicos y de gestión luego de la crisis del 2001. Con los años, el lugar dejó de irradiar lo que alguna vez prometía: este fue uno de los comentarios recurrentes entre vecinos.

El Cafe Manhattan de Belgrano cierra sus puertas. Foto: Google Maps.
El Cafe Manhattan de Belgrano cierra sus puertas. Foto: Google Maps.

El tema central ahora pasa por el destino de la cúpula, que se volvió todo un símbolo del lugar. Según Mauro Ketlun, la demolición es inminente, aunque aún sin fecha exacta, y la posibilidad de preservar la cúpula es extremadamente remota por los altos costos de desmontaje y traslado.

Con su cierre y demolición próxima, Belgrano pierde un referente arquitectónico que excedía su función como café. La esquina de Cabildo y La Pampa dejará de exhibir aquella cúpula que evocaba el horizonte neoyorquino y el glamour de otra era.