Si no sos experto, evitá estas plantas: las 5 más difíciles de cuidar en casa

La jardinería puede ser una de las actividades más placenteras y terapéuticas que existen. Muchas personas encuentran en el cuidado de sus plantas un momento de esparcimiento, conexión con la naturaleza y satisfacción personal.
Sin embargo, no todo es tan simple como plantar, regar y esperar. Existen especies que requieren cuidados sumamente específicos, demandan mucho tiempo y atención, y que pueden convertirse en un verdadero problema dentro del hogar.
Así como hay plantas ideales para principiantes y personas con poco tiempo, también hay otras que conviene evitar si se busca una experiencia más relajada.
Según una observación realizada por Happy Flowers, un grupo de expertos en jardinería, hay cinco plantas que, aunque visualmente atractivas, pueden resultar demasiado exigentes para el entorno doméstico común. Ya sea por sus necesidades de humedad, temperatura o riego, estas especies suelen frustrar a los aficionados que no están dispuestos a asumir un compromiso riguroso.
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Las cinco plantas que es mejor evitar en casa
Una de las más problemáticas es la alocasia, conocida también como Oreja de Elefante. Esta planta tropical necesita riegos frecuentes, alta humedad ambiental y un lugar amplio para que sus raíces puedan expandirse.

Además, no tolera temperaturas inferiores a los 10°C, lo que complica su mantenimiento en regiones donde el clima varía mucho o en viviendas mal calefaccionadas.
Otra especie desafiante es el arce japonés. Este pequeño árbol ornamental se adapta únicamente a zonas con veranos suaves e inviernos definidos. Necesita sombra parcial, un sustrato con excelente drenaje y agua sin cal, preferentemente de lluvia o ligeramente acidificada. Durante el verano, hay que regarlo cada dos o tres días, lo cual implica una dedicación constante que no todos están dispuestos a asumir.

Las begonias, aunque pequeñas y decorativas, son extremadamente sensibles. No toleran el exceso de agua, las corrientes de aire ni los cambios bruscos de temperatura. Para que se mantengan sanas, deben colocarse en ambientes con mucha luz natural, protegidas del viento y con un riego cuidadoso solo cuando la tierra esté seca.

También los helechos, tan comunes en muchos hogares, representan un reto. Para sobrevivir, necesitan condiciones similares a las de una selva: alta humedad, sombra constante y un sustrato muy rico en materia orgánica. La falta de agua los daña fácilmente, por lo que no son recomendables para quienes no pueden regar con regularidad.

El caso más extremo quizás sea el de los bonsáis de arce, que requieren una atención casi obsesiva. Como se cultivan en bandejas poco profundas, hay que controlar rigurosamente el riego, la poda, el abonado, los trasplantes e incluso aplicar técnicas especiales de alambrado. Un solo error puede afectar seriamente la salud de la planta.

Plantas en casa: alternativas fáciles y resistentes
Por suerte, también existen opciones amigables para quienes buscan una jardinería sencilla y sin demasiadas complicaciones. La sansevieria, conocida popularmente como lengua de suegra, es una de las más resistentes. Tolera la falta de riego, ambientes con poca luz y casi no requiere mantenimiento.
El potus es otra gran elección. Esta planta trepadora se adapta fácilmente a diferentes espacios del hogar, crece rápido y solo necesita riego moderado. Además, puede cultivarse tanto en agua como en tierra, lo que la hace aún más versátil.
Finalmente, el espatifilo o flor de la paz no solo es decorativo, sino que también purifica el aire. Florece incluso en interiores con escasa luz indirecta, es fácil de mantener y aporta un toque elegante y sereno a cualquier rincón.
Si bien la jardinería puede ser una actividad hermosa y reconfortante, no todas las plantas son aptas para todos los hogares.
Algunas requieren condiciones difíciles de replicar, y en lugar de generar placer, terminan causando frustración. Por eso, lo mejor es optar por especies resistentes y de bajo mantenimiento si no se quiere tener complicaciones a la hora de cuidar estos seres vivos.