Argentina evalúa volver al huso horario GMT -4: qué hay que hacer con los relojes si se aprueba la medida

El debate sobre el huso horario volvió a instalarse en la agenda política argentina tras la media sanción obtenida en la Cámara de Diputados por el proyecto impulsado por el senador Julio Cobos. La propuesta plantea que el país atrase sus relojes una hora para regresar al huso horario de GMT -4, utilizado durante gran parte del siglo XX y reemplazado en 1969 por el actual GMT -3.
La iniciativa se fundamenta en estudios que señalan que la hora vigente obliga a un uso prolongado de luz artificial, sobre todo en invierno, con el consecuente incremento del consumo eléctrico. El objetivo del cambio es, por lo tanto, alinear la hora civil con la luz solar, optimizar la utilización de la energía y favorecer la reducción de gastos en iluminación.

Argentina evalúa volver al GMT -4: qué pasará con los relojes y la rutina diaria
De aprobarse la norma en el Senado, la modificación implicará que todos los relojes, analógicos y digitales, deberán ajustarse una hora hacia atrás. En términos prácticos, significará que amanecerá y anochecerá una hora antes según la nueva medición, lo que afectará la organización cotidiana de millones de argentinos.
Los especialistas advierten que, durante los primeros días, la adaptación podría generar confusiones en las rutinas escolares, laborales y en el transporte público, en particular en trenes y vuelos que hayan sido programados con antelación. Experiencias internacionales indican que estos procesos de transición suelen tardar algunas semanas hasta alcanzar una completa normalización.
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Huso horario: qué propone el proyecto que busca modificar la hora oficial en Argentina
El debate sobre la conveniencia de modificar el huso horario no es nuevo en Argentina. A lo largo de las últimas décadas se realizaron cambios temporales mediante la implementación del horario de verano, pero desde 1969 el país mantuvo de manera estable el huso GMT -3. Diversos sectores cuestionaron este esquema por considerar que no se ajusta a los ciclos naturales de luz y oscuridad, generando un mayor consumo de energía.
Si el Senado aprueba la iniciativa, el cambio marcará un giro histórico en la manera de medir el tiempo en el país. La recomendación oficial será revisar relojes, dispositivos electrónicos y sistemas de trabajo para evitar desajustes. Aunque la transición podría implicar complicaciones iniciales, el Gobierno sostiene que el beneficio a largo plazo se reflejará en el ahorro energético y en una mayor coherencia entre la vida social y el ritmo solar.

De esta manera, Argentina se prepara para un eventual regreso al huso horario que rigió durante gran parte de su historia, en un intento por conciliar la rutina diaria con las necesidades energéticas y ambientales del presente.