Poco usado, pero infalible: el truco de la cebolla para hacer un asado más sabroso

Para lograr un asado perfecto, cada detalle cuenta: el fuego, la elección de la carne, los condimentos y, aunque muchos lo pasan por alto, el estado de la parrilla.
Cocinar sobre una parrilla sucia puede alterar el sabor de la carne y arruinar el resultado final. Por eso, cada vez más personas están adoptando un truco tan simple como efectivo: limpiar la parrilla con una cebolla.

¿Cómo es el truco de la media cebolla en la parrilla?
Este método consiste en frotar media cebolla sobre la parrilla caliente antes de poner la carne. Gracias a sus propiedades naturales, el jugo de la cebolla actúa como desinfectante suave, ayudando a eliminar residuos de grasa, restos de comida de asados anteriores y bacterias.
Además, al entrar en contacto con el calor, se forma una película que evita que la carne se pegue y, al mismo tiempo, aporta un aroma sutil que realza el sabor de la cocción.
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¿Cómo aplicar este truco?
Primero, hay que encender el fuego y esperar a que la parrilla esté bien caliente. Luego, hay que cortar una cebolla por la mitad y, ayudándose con un tenedor o pinza para no quemarse, frotarla con firmeza sobre los hierros.
Repetir el movimiento hasta cubrir toda la superficie donde se va a colocar la carne.
Enseguida, se genera vapor y un aroma agradable, señal de que el método está funcionando. Si había restos pegados, se van a ir soltando con facilidad, dejando la parrilla lista para usar.

La cebolla contiene compuestos sulfurosos y propiedades antibacterianas que limpian y desodorizan. Además, su jugo crea una película antiadherente natural. Es una solución efectiva, ecológica y económica, ideal para quienes quieren mejorar su técnica sin usar productos químicos.
Este sencillo truco no solo mejora la higiene, sino que también realza la experiencia del asado, logrando una cocción más sabrosa y profesional.