Un amuleto más poderoso de lo que parece: los beneficios de atar una cinta roja al picaporte, según el feng shui
El Feng Shui es una técnica milenaria que sirve para mover las energías a favor de una persona. Según esta creencia, los espacios (casas, oficinas, jardines, etc.) influyen directamente en nuestro estado físico, emocional y mental. Por eso, sugiere cómo organizar los objetos, colores, muebles y entradas para que la energía fluya de manera equilibrada.
Y aunque parezca un simple trozo de tela, atar una cinta roja al picaporte de la puerta principal puede convertirse en un poderoso ritual para transformar la energía del hogar y atraer la buena vibra.
Esta antigua disciplina insiste en que, de esta forma, se armonizarán todos los espacios para mejorar el bienestar físico, emocional y espiritual de las personas.
¿Qué significa colgar una cinta roja en la puerta de entrada?
Para el Feng Shui, el color rojo simboliza protección, vitalidad y fuerza espiritual. Al colocar una cinta de este color en la puerta de entrada —la zona por donde ingresan las energías al hogar— se crea una barrera energética que bloquea lo negativo y favorece la circulación de energía positiva.
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Este gesto tiene dos propósitos que son claros: repeler la mala energía que llega desde el exterior (ya sean personas con mala vibra, envidias, tensiones del día) y estabilizar y proteger el ambiente interno, favoreciendo la calma, el equilibrio emocional y la sensación de refugio en casa.
Se trata de un ritual simple, pero con una intención demasiado poderosa. Debe hacerse en un momento de calma y preferentemente de noche. El paso a paso, es el siguiente:
- Usá una cinta de tela roja (mejor si es nueva).
- Atala con un nudo simple o doble al picaporte interior de la puerta principal.
- Mientras la atás, podés visualizar la casa protegida o decir una frase de intención (por ejemplo: “Que esta cinta proteja nuestro hogar y nos llene de paz”).
- Mantenela allí durante el tiempo que sientas necesario. Si se rompe o se desgasta, podés reemplazarla.
Algunas personas también eligen reforzar su efecto con otros elementos protectores del Feng Shui, como espejos, campanitas o plantas cerca de la entrada, ya que es otra manera de mantener la casa protegida para que sea un verdadero refugio para los integrantes del hogar.
Cabe destacar, por último, que la cinta roja no es magia, pero sí un recordatorio de que la energía de nuestro espacio se puede cuidar, proteger y mejorar con pequeños gestos.
