Al estilo Blair Waldorf: cómo vestirse “en capas” para no pasar frío este invierno 2025, sin dejar de estar a la moda

Con la llegada del invierno, muchas personas se enfrentan al mismo problema: ¿cómo mantenerse abrigado sin sentirse incómodo o perder estilo? La respuesta está en una técnica tan simple como eficaz: vestirse en capas.
Conocida internacionalmente como “layering”, esta forma de vestirse no solo mejora la regulación térmica del cuerpo, sino que permite adaptarse fácilmente a los diferentes entornos del día, ya sea en exteriores, transporte público o espacios calefaccionados.

Pero el layering no consiste en colocarse ropa al azar una sobre otra. Para que funcione realmente, cada capa debe cumplir una función específica. A continuación, te explicamos cómo funciona este método que promete alejar al frío sin resignar el estilo.
El truco de las tres capas de ropa
- Capa base: es la que está en contacto directo con la piel y debe mantenerla seca. Se recomiendan tejidos como la lana merino o el poliéster técnico, que permiten la transpiración. El algodón, en cambio, debe evitarse, ya que retiene la humedad.
- Capa intermedia: su misión es conservar el calor corporal. Las prendas de polar, lana o plumón (natural o sintético) son ideales. En temperaturas extremas, se puede sumar más de una capa intermedia.
- Capa externa: actúa como barrera contra el viento, la lluvia o la nieve. Para ello, se recomiendan materiales impermeables y cortavientos como el Gore-Tex o los softshells.
Vestirse en capas puede ser “cool”: cómo stylearlo correctamente
Más allá de lo funcional, el sistema de capas también puede ser estéticamente atractivo. El secreto está en la combinación inteligente de colores, texturas y largos:
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- Superponer prendas de distintos largos aporta dinamismo al look.
- Consultar el clima permite ajustar la cantidad de capas necesarias.
- Los accesorios como gorros, bufandas y guantes no solo abrigan, sino que aportan personalidad.
- Priorizar materiales respirables mejora la comodidad y evita la humedad corporal.

Además, el layering no se limita al torso. Las piernas también necesitan protección en los días más fríos. Para ello, se recomienda:
- Primera capa: calzas térmicas ajustadas.
- Segunda capa: pantalones de tela gruesa, como denim o pana.
- Capa externa: pantalones impermeables o térmicos para climas extremos.
Vestirse en capas no solo ayuda a conservar el calor corporal, sino que permite moverse con libertad, adaptarse a distintas situaciones y mantener una imagen cuidada.