Petroquímica Río Tercero en crisis: los empleados tomaron la fábrica tras denunciar más de 120 despidos

El gremio habla de una “masacre laboral” y exige la intervención del gobierno.
Trabajadores en huelga de la Petroquímica Río Tercero.
Trabajadores en huelga de la Petroquímica Río Tercero. Foto: X / @davidcorreatv.

La localidad de Río Tercero, en la provincia de Córdoba, se encuentra transitando momentos de tensión tras la toma de la planta de Petroquímica Río Tercero por parte de sus empleados, quienes denunciaron 124 despidos que afectan tanto a afiliados sindicales como a trabajadores jerárquicos.

“Es devastadora la situación. Esta fábrica ya había ejecutado 140 despidos en octubre del año pasado, lo que hace un total de más de 250 despidos en los últimos meses. Un desastre para Río Tercero”, expresó al medio Cadena 3 Lucas Felici, secretario gremial del Sindicato de Trabajadores Químicos y Petroquímicos.

Comunicado de prensa del Sindicato de Trabajadores Químicos y Petroquímicos. Foto: X / @davidcorreatv.

La protesta incluye el cierre de accesos con quema de cubiertas, trabajadores atrincherados en la planta y un paro total de actividades en todo el polo químico. “Estamos bajo el derecho de huelga, sin entender por qué se están realizando despidos sin previa comunicación”, sostuvo Felici, quien además denunció que la empresa incumplió acuerdos previos y no activó los procedimientos ante el Ministerio de Trabajo provincial. “No nos han pagado el salario de junio, por lo cual estamos en huelga”, agregó.

El conflicto ya acumula cerca de 300 cesantías desde octubre de 2023 en una localidad de 45.000 habitantes, generando un fuerte impacto social. “Estamos hablando de una masacre laboral en Río Tercero”, advirtió Felici, quien reclamó la urgente intervención del municipio y del gobierno provincial. “Esto es un problema social y de la economía regional”, concluyó.

Trabajadores en huelga de la Petroquímica Río Tercero. Foto: X / @davidcorreatv.

El conflicto también afectó a otras plantas del polo químico, como la de Atanor, cuyo acceso fue bloqueado por la protesta.