Adiós miedo al dentista: la UBA comenzó a utilizar un método de sedación para personas con riesgo médico o fobias

La Facultad de Odontología de la Universidad de Buenos Aires (UBA) hizo historia al incorporar la sedación consciente por inhalación de oxígeno y óxido nitroso en tratamientos odontológicos. Esto se implementó para mejorar la atención de los pacientes que padecen condiciones médicas severas o necesidades especiales.
En Argentina es la primera vez que se aplica este tipo de sedación en el área de odontología. El objetivo es facilitar el trabajo con personas que tienen fobias, espectro autista, síndrome de Down, entre otras. Este avance en la atención se logró gracias al trabajo entre odontólogos y cardiólogos que forman parte de la Cátedra de Medicina Interna.

Esta nueva técnica de atención odontológica fue impulsada desde el área de Atención de Pacientes con Riesgo Médico y Discapacidad, permitiendo tratar a pacientes que no pueden recibir anestesia local de forma convencional y que hasta el momento no tenían otras alternativas para acceder a una atención adecuada.
Por su parte, Pablo Rodríguez, decano de la Facultad de Odontología de la UBA, informó que esta técnica ayudará a más de 4 mil personas, y remarcó que “el servicio no es excluyente” y “puede acceder también todo aquel que tenga algún tipo de fobia”. “De hecho, la primera persona que se atendió presentaba un cuadro de fobia a la atención odontológica tradicional. Esta es una innovación que les cambiará la vida”, explicó.
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Además, Rodríguez explicó que esta nueva forma de atender “es el fruto de dos años de arduo trabajo” junto con la aprobación de todos los profesores de la Facultad y la colaboración de la cátedra de Medicina Interna, a cargo de la profesora titular, Liliana Nicolosi y la directora del posgrado en Riesgo Médico de Discapacidad, Teresita Ferrari.

“Este tipo de sedación es muy leve, es el primer nivel de sedación, de acuerdo a la clasificación de la Asociación de Anestesiología. El paciente no se duerme, solo se relaja y se disminuye la ansiedad, lo que permite colocar la anestesia local sin que sienta dolor”, dijo Ferrari y agregó que la técnica “se usa en el mundo desde hace muchos años”, con odontólogos aprobados para hacerlo en sus consultorios sin necesitar la presencia de un anestesiólogo, cardiólogo o médico clínico.
La atención se lleva a cabo en la Clínica de Atención de Pacientes de Alto Riesgo (Clapar II), un espacio del área de Atención de Pacientes con Riesgo Médico y Discapacidad de la Facultad que atiende a personas que padecen de algún tipo de riesgo médico o discapacidad por lo cual necesitan un abordaje interdisciplinario con odontólogos de todas las especialidades, médicos clínicos, cardiólogos y no docentes que brindan un servicio de alta calidad en el marco de clínica cardio protegida que cuenta Desfibrilador Externo Automático (DEA), cardiodesfibrilador, carro de paro, oxígeno y personal entrenado.