Joaquín Levinton fue dado de alta tras sufrir un infarto: “Estoy perfecto”
Mediante un video en sus redes sociales, el icónico cantante de Turf relató cómo fue la secuencia por la que terminó internado. Además, le agradeció al mozo que lo socorrió y al SAME que lo atendió y lo trasladó al Hospital Fernández.

Después de pasar tres días internado, Joaquín Levinton fue dado de alta tras sufrir un infarto agudo de miocardio y ser intervenido para la colocación de un stent.
En sus redes sociales, el icónico cantante de Turf respondió los mensajes enviados desde el canal de streaming Olga y confirmó que se encuentra en su hogar. “Estoy perfecto”, fueron las palabras que utilizó en un mensaje que fue leído al aire.

Además, Levinton publicó un video donde dio a conocer la noticia y explicó cómo fue la secuencia por la que terminó internado. “Hola chiquis, ¿cómo les va? Quería contarles que ya estoy en mi casa, que me dieron el alta. Tuve un infarto porque tenía una arteria tapada”, comenzó relatando.
Y añadió: “De repente me empezó a doler el pecho, no podía respirar. Primero me ayudó un mozo de El Timón, que le agradezco un montón. Después llegó el SAME rapidísimo y me llevó al Hospital Fernández. También les agradezco con todo el corazón lo genial y rápido que me atendieron”.
“Al poco tiempo ya estaba en una sala bien y recuperándome para ya estar hoy en mi casa y en un mes sobre los escenarios haciendo todas las fantasías que yo hago”, sumó para luego cerrar con un saludo para sus fanáticos.
Habló el mozo que salvó a Joaquín Levinton
Gracias a un mozo que lo socorrió en un momento de máxima tensión y a la labor de los profesionales de la salud en el nosocomio es que el músico está fuera de peligro.
El mesero consideró que a Levinton “le estaba por explotar el corazón”. También contó que “de ninguna manera iba a dejar que se vaya, si hubiera tenido que hacerle RCP por una hora, lo iba a hacer”.
“En forma de chiste, le dije que iba a haber banda para rato. Me dijo que le dolía el pecho y no dejaba de transpirar”, señaló Ricardi, trabajador del restaurante.
En base a declaraciones televisivas, detalló: “Vino Joaquín, que es un cliente habitual, anoche cerca de las 12.30 -de la noche- y estaba descompensado. Pidió que le vendamos un agua fresca. Venía de una fiesta de otro lado. Le tomé el pulso porque tengo un estetoscopio en mi bolso y tenía el corazón acelerado”.
“Le dije que se quede tranquilo y que iba a llamar al SAME y, cuando me dijo que le dolía el pecho, lo acosté en el piso y le levanté las piernas con una silla hasta que en siete minutos llegó el SAME”, continuó el empleado.
El trabajador cuenta con conocimiento sobre anatomía: “Mi señora está en medicina y siempre tengo encima un estetoscopio. No es la primera vez que hago esto. Si uno lo sabe usar, hay que tenerlo. Esta es la tercera vez que asisto en este restaurante, anteriormente se desmayó un hombre y hace un tiempo atrás, una señora se atoró e hice la maniobra”.


















