Drake Bell llega a Argentina: el actor que develó la trama de abuso infantil en los sets de populares series de TV

Con posterioridad a las denuncias del movimiento “Me Too”, que reveló el accionar de los productores de Hollywood que les pedían a las actrices favores sexuales para incluirlas en las películas, comenzaron a conocerse todo tipo de abusos en los rodajes de la Meca del cine. Y pareciera que los peores son los que recayeron sobre los niños actores. Peores en el sentido de que ni ellos tomaron verdadera conciencia de lo que estaban viviendo hasta hacerse grandes, así como a muchos les marcó la vida de manera muy negativa.
En el momento del auge de las series infantiles de Nickelodeon, en la década del ’90 y a comienzos de 2000, que fue cuando más éxito tuvo el canal, se produjeron situaciones abuso que recién se conocieron décadas después.
Entre la sexualización de los chicos durante los sketches que protagonizaban y hacerlos trabajar durante más horas de lo establecido por ley, hubo un caso de violación reiterada por parte de un adulto a un menor, cuya víctima no se conoció hasta que salió a la luz la docuserie de HBO Max “El lado oscuro de la fama infantil”. Esa persona fue Drake Bell, el astro de “Drake y Josh”, quien se presentará por primera vez a cantar a la Argentina el 9 de noviembre.


En el documental de cinco episodios, Drake contó por primera vez el calvario que vivió cuando tenía 15 años, a manos del coach de diálogos Brian Peck (que no tenía ningún parentesco con Josh Peck, su compañero de la serie): “Todo comenzó una mañana en la que estaba durmiendo en el sillón de la casa del coach. Me quedaba ahí por las largas horas de filmación o los castings que tenía muy temprano, pues mi casa quedaba en otra ciudad. Esa mañana me desperté, abrí los ojos y él estaba abusando sexualmente de mí. Yo no tenía salida. La situación de abuso se prolongó en el tiempo y llegó a ser bastante brutal”, expresó el actor que está por cumplir 40 años.
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Se habían conocido en el set de “El show de Amanda” en el año 2000. Este hombre se ganó la confianza de la madre de Drake, divorciada y quien tenía la custodia del chico. Ella le permitía quedarse en la casa del coach. Justamente el padre de Drake, separado de la madre, sospechaba del él, pero con mentiras Peck logró sacarlo del medio. Hábil, convenció al adolescente Drake que mantuviera la situación en secreto por lo que el abuso se prolongó durante meses. Fue su momento de despegue, cuando empezó a protagonizar la serie con Josh y el chico no quería arriesgarla por lo que estaba pasando.
Pero no pudo soportar más la situación y le contó todo a su madre. Así radicaron la denuncia y finalmente el violador fue llevado a juicio. Sin embargo Peck se las ingenió para conseguir el apoyo de mucha gente de la industria, que le escribió cartas al juez y obtuvo una sentencia de apenas a 16 meses de prisión, aunque fue inscripto en el registro de delincuentes sexuales.
Drake Bell no la pasó bien después de esto. Tuvo una llegada a la adultez turbulenta, intentando olvidarse de lo vivido gracias a las drogas y el alcohol. Finalmente se internó en una clínica para someterse a una terapia muy intensiva, con la que logró recuperarse de las adicciones. El artista y cantante aseguró durante el tiempo que vivió bajo la influencia de Brian Peck, y aún después, lo que más lo ayudó fue componer canciones para expresar lo que le pasó, aunque sea de manera velada. Pero “I Kind Of Relate” es bien explícita de sus sentimientos.

Maltrato infantil detrás de cámaras
Una investigación reveló el ambiente de trabajo tóxico al que estaban expuestos niños desde los 9 años en los estudios de grabación de las series creadas por Dan Schneider, el factótum de éxitos como “Zoey 101”, “iCarly” y “Sam & Cat”. En estos programas de Nickelodeon se empezaron a hacer conocidos celebridades juveniles como Amanda Bynes, Jamie Lynn Spears, Miranda Cosgrove y Ariana Grande.
Los problemas no se presentaban solamente porque los hacían trabajar más horas de las permitidas, sino porque frente a la pantalla los hacían tener actitudes con connotaciones eróticas. Una de las actrices, Jennette McCurdy, describió comportamientos abusivos en las grabaciones en su libro de memorias “I’m Glad My Mom Died”.

En otro de los episodios de la serie documental que se puede ver en HBO Max, se revela que un asistente de producción de “El show de Amanda”, llamado John Handy, le envió fotos suyas masturbándose a una nena del elenco. Según la madre de la niña, “él decía que se la había enviado porque quería que viera que estaba pensando en ella”. En 2003, una redada policial en casa de Handy encontró más de 10.000 imágenes de niños, 1.768 imágenes de niñas en poses eróticas y 238 imágenes de niñas en poses sexualmente explícitas, entre mucho material de pornografía infantil.
Actitudes como esta, o simplemente sospechas de que algo no estaba bien, hicieron que algunos padres decidieran evitar que sus hijos continuaran con su carrera actoral. Y los que se quejaron tuvieron como respuesta el despido de los chicos. Toda esta información refuerza las suposiciones de que los trabajos para niños en televisión no están bien regulados y que, en la adultez, son los que presentan mayores problemas de adaptación, así como abuso de drogas o alcohol.

Una actriz muy popular en la adolescencia como Amanda Bynes tuvo trastornos de salud mental al crecer, fue diagnosticada con esquizofrenia y trastorno bipolar y ha estado sujeta a una tutela legal hasta 2022. Esto ha afectado su carrera y su vida pública, llevándola a retirarse temporalmente de la actuación para enfocarse en su recuperación. Otro signo más de que tanta exposición y presiones a una edad joven requiere del acompañamiento y la contención adecuados.


















