De qué murió Ozzy Osbourne, vocalista y fundador de Black Sabbath

El mundo del rock despide a una leyenda. Ozzy Osbourne, cantante de Black Sabbath y figura clave en la historia del heavy metal, falleció este martes a los 76 años. La noticia fue confirmada por su familia mediante un comunicado, donde expresaron que el artista murió “rodeado de amor”.
De qué murió Ozzy Osbourne
La familia de Ozzy Osbourne confirmó su fallecimiento con un mensaje breve pero emotivo: “murió rodeado de amor”. Aunque no se especificó públicamente una causa concreta de su muerte, el icónico líder de Black Sabbath venía atravesando un delicado cuadro de salud desde hacía varios años.
Un historial médico complejo
En 2020, Ozzy reveló que había sido diagnosticado con Parkinson tipo 2, una enfermedad neurodegenerativa que afecta al sistema nervioso y se manifiesta a través de temblores, rigidez muscular, lentitud en los movimientos y problemas de equilibrio.
Además, sufría las secuelas de un accidente en cuatriciclo ocurrido en 2003, que se agravaron con una caída doméstica en 2019, dejándole lesiones importantes en la columna vertebral. Estas complicaciones lo alejaron de los escenarios y afectaron considerablemente su movilidad.
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A esto se sumaba un diagnóstico de enfisema pulmonar, una condición crónica que deteriora los pulmones y dificulta la respiración, especialmente en personas con antecedentes de tabaquismo prolongado, como en su caso.
En 2022 contrajo Covid-19, lo que debilitó aún más su salud ya comprometida, y generó gran preocupación entre sus fanáticos y seres queridos.
Una trayectoria inigualable
Nacido como John Michael Osbourne en Birmingham, Inglaterra, Ozzy saltó a la fama en la década de 1970 como la voz inconfundible de Black Sabbath, banda pionera del heavy metal. Con clásicos como “Paranoid”, “Iron Man” y “War Pigs”, su estilo vocal y su presencia escénica definieron el sonido y la estética de un género.
Tras su salida de la banda, forjó una exitosa carrera como solista con hits como “Crazy Train” y “No More Tears”. Su leyenda también se alimentó de polémicos episodios, como el famoso incidente en el que le arrancó la cabeza a un murciélago en pleno escenario, consolidando su imagen de rebelde indomable.
En la década del 2000, Ozzy se convirtió en una improbable estrella de la telerrealidad con el exitoso programa de MTV “The Osbournes”, que mostraba el día a día de su vida familiar junto a su esposa Sharon y sus hijos Kelly y Jack, revelando un costado más vulnerable y caótico que lo acercó a una nueva audiencia masiva.