Cada vez más argentinos pagan el supermercado con tarjeta de crédito: cómo usarla para evitar acumular una deuda impagable

La tarjeta de crédito es una herramienta financiera que, bien utilizada, puede facilitar compras, organizar gastos y acceder a beneficios. Sin embargo, un uso inadecuado puede transformarla en una trampa de intereses y deudas difíciles de pagar. En un contexto donde cada vez más argentinos la usan para llenar el changuito del supermercado, conocer su funcionamiento y sus riesgos es clave para cuidar el bolsillo.
El informe del CentroRA de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA titulado Más tarjeta, menos changuito revela que entre diciembre de 2023 y mayo de 2025, el uso de tarjetas de crédito en supermercados subió del 39% al 46% del total de compras, mientras que el uso de débito cayó del 34% al 27% y el de dinero en efectivo del 20% al 16%.

Esto números sugieren que muchas familias optan por endeudarse para afrontar gastos esenciales, una señal preocupante en contextos de caída del poder adquisitivo.
¿Qué es y para qué sirve una tarjeta de crédito?
La tarjeta de crédito es un medio de pago emitido por un banco u otra entidad financiera que permite comprar ahora y pagar después. Su principal ventaja es otorgar un financiamiento automático —generalmente a 30 días— y la posibilidad de pagar en cuotas.
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Tiene dos momentos clave:
- Fecha de cierre: día en el que el banco calcula el total de compras realizadas en el mes. Todo lo que se gaste después de esa fecha se cobrará en el próximo resumen.
- Fecha de vencimiento: día límite para pagar el resumen sin generar intereses. Si se paga el total antes de esa fecha, no se paga interés alguno.

Pago mínimo vs. pago total
- Pago total: cancelar el 100% del saldo. Es la forma más saludable de usar la tarjeta, ya que evita intereses y mantiene el control del crédito.
- Pago mínimo: monto mínimo que exige el banco para no caer en mora. Es tentador porque el desembolso es menor, pero el saldo restante se financia a tasas altísimas.
En Argentina, la Tasa Nominal Anual (TNA) para financiar saldos ronda el 90%, la Tasa Efectiva Anual (TEA) supera el 130% y el Costo Financiero Total (CFT) puede alcanzar o superar el 200% al incluir impuestos y comisiones.
Por ejemplo: el resumen llega por un total de $100.000 y se paga solo el mínimo de $20.000: los $80.000 que no se pagaron generan intereses (supongamos de $6.000).
Al mes siguiente, si se gastan otros $100.000, el nuevo resumen será la suma del saldo anterior más los intereses ($86.000) y las nuevas compras ($100.000).
En pocos meses, si se sigue pagando el mínimo, la deuda puede multiplicarse rápidamente, empeorada por el efecto del interés compuesto (es decir, los intereses de los intereses, como si fuese una bola de nieve).
Tips para un buen uso de la tarjeta de crédito
- Pagar el total del resumen antes o el mismo día de la fecha de vencimiento para así evitar intereses.
- Priorizar el uso de TC para gastos más durables como electrodomésticos o ropa, y no tanto para gastos corrientes de alimentos o servicios.
- Aprovechar cuotas sin interés para compras necesarias y planificadas.
- Controlar los gastos con aplicaciones o registros manuales para evitar sorpresas.
- Conocer la fecha de cierre para programar compras y maximizar el plazo de pago sin interés.
- Revisar los resúmenes para detectar errores o cargos desconocidos.
La tarjeta de crédito puede ser una gran aliada si se conoce su funcionamiento y se evita el financiamiento constante de saldos. En un escenario de tasas elevadas y mayor uso para gastos básicos, pagar el total a término y planificar el consumo son las mejores estrategias para que el crédito sea una herramienta que mejore las finanzas personales.