Día Mundial de la Espina Bífida: la clave para la prevenir esta enfermedad está en la alimentación

La alimentación juega un papel clave tanto en la prevención como en la mejora de la calidad de vida de las personas con espina bífida, una malformación congénita.

Ensalada, salud, verduras. Foto: Unsplash
Ensalada, salud, verduras. Foto: Unsplash

La espina bífida es una malformación congénita que afecta el desarrollo de la columna vertebral y la médula espinal, generando diferentes grados de discapacidad física y, en algunos casos, dificultades en el aprendizaje o el control muscular. Este 21 de noviembre, en el Día Mundial de la Espina Bífida, es fundamental que como comunidad reflexionemos sobre su importancia y prevención.

La alimentación juega un papel clave tanto en la prevención como en la mejora de la calidad de vida de las personas con espina bífida. Está comprobado que el ácido fólico, una vitamina del complejo B esencial, es un aliado fundamental para reducir el riesgo de defectos en el tubo neural, entre ellos la espina bífida, si se consume en las etapas previas y durante el embarazo. Por eso, la recomendación desde el sistema de salud es que las mujeres en edad fértil incluyan en su dieta ácido fólico a través de alimentos ricos como vegetales de hoja verde, legumbres, frutas cítricas y cereales fortificados, o bien, mediante suplementos indicados por su médico.

La baja ingesta de frutas y verduras, que son fuentes naturales de folato, contribuye a una deficiencia de ácido fólico, aumentándose así el riesgo de la espina bífida en recién nacidos. Esto hace imprescindible promover una alimentación rica en estos alimentos y, cuando es necesario, el consumo de suplementos para garantizar niveles adecuados de ácido fólico en mujeres en edad reproductiva.

Frutas y verduras, cambios de hábitos
Frutas y verduras, cambios de hábitos

La relación entre el ácido fólico y el bajo consumo de frutas y verduras es fundamental para entender la prevención de la espina bífida y otras afecciones relacionadas con defectos del tubo neural. El ácido fólico es la forma sintética de la vitamina B9, mientras que el folato es la forma natural que se encuentra en alimentos como las verduras de hoja verde, frutas cítricas, legumbres y cereales fortificados.

Cuánto ácido fólico hay que consumir

Las recomendaciones de salud pública incluyen la ingesta diaria de al menos 400 microgramos de ácido fólico en mujeres en edad fértil, antes y durante el embarazo, para reducir hasta en un 70% el riesgo de espina bífida y otros defectos congénitos.

Además de la prevención, las personas con espina bífida requieren una alimentación equilibrada que contribuya a mantener un peso saludable, optimizar su energía y fortalecer el sistema inmunológico. Al reducir riesgos asociados como la obesidad, que puede complicar su movilidad, y asegurando nutrientes esenciales, se promueve una mejor calidad de vida.

Embarazada. Foto: Unsplash.
La música clásica puede tener un efecto positivo durante el embarazo. Foto: Unsplash.

La espina bífida es un desafío que toca muchas esferas: médicas, sociales y educativas. Por eso, es responsabilidad de todos informar, apoyar y fomentar entornos donde haya acceso a una buena nutrición, información oportuna y un acompañamiento multidisciplinario.

En este Día Mundial, promovamos el conocimiento sobre la espina bífida para que cada persona pueda tomar decisiones informadas y fortalecer las redes de apoyo, siempre con la alimentación saludable como una herramienta poderosa para la prevención y el bienestar.