Día Mundial del Lavado de Manos: las razones detrás de la acción que evita la muerte de millones de personas

Cada 15 de octubre se conmemora esta fecha que busca concientizar sobre la importancia de esta práctica tan cotidiana. Por qué es tan importante y qué dicen las autoridades sanitarias.
Día Mundial lavado de manos.
Día Mundial lavado de manos.

El 15 de octubre se conmemora el Día Mundial del Lavado de Manos, que busca concientizar sobre la importancia de esta práctica cotidiana como una de las formas más efectivas y económicas de prevenir enfermedades, especialmente en la infancia. Aunque parezca algo menor, lavarse las manos con agua y jabón de manera frecuente y adecuada ayuda a frenar la propagación de virus, bacterias y otros agentes patógenos que se acumulan al tocar superficies y objetos.

Día Mundial del Lavado de Manos
Día Mundial del Lavado de Manos

Y si bien no es posible mantener las manos cien por ciento libres de microorganismos, su higiene regular reduce significativamente el riesgo de infecciones respiratorias, gastrointestinales e incluso brotes de enfermedades graves que pueden generar contextos de emergencia sanitaria.

Según aseguró la Organización Mundial de la Salud (OMS), el lavado de manos se vuelve una “herramienta poderosa y accesible” para prevenir enfermedades transmisibles, incluida la COVID-19. En este sentido, el organismo internacional promueve esta práctica tanto en la vida cotidiana como en entornos sanitarios, donde puede marcar la diferencia entre la salud y el contagio.

Por su parte, UNICEF destaca que este simple gesto puede reducir la incidencia de enfermedades diarreicas hasta en un 47 % y de infecciones respiratorias en un 23 %. A pesar de sus beneficios y de la facilidad que eso conlleva, la realidad de más de 800 millones de niños en el mundo es diferente, ya que no tienen acceso a instalaciones básicas de higiene en sus escuelas, lo que representa un desafío urgente para los sistemas educativos y de salud.

Jabón, limpieza, hábito saludable, piel. Foto: Unsplash
ANMAT prohibió un jabón para lavar la ropa. Foto: Unsplash

Lavado de manos: las recomendaciones médicas que no pueden faltar

Los profesionales de la salud insisten en la necesidad de incorporar el lavado de manos como un hábito que debe repetirse al menos tres veces por día en la rutina diaria. La técnica adecuada implica frotar todas las superficies de la mano (palmas, dorso, entre los dedos y uñas) durante al menos 20 segundos con agua y jabón. En ausencia de estos, se puede utilizar alcohol en gel con al menos 60 % de concentración.

Entre los momentos clave para higienizarse las manos se destacan:

  • Antes de comer o preparar alimentos.
  • Después de ir al baño.
  • Al llegar a casa o al trabajo.
  • Luego de toser, estornudar o sonarse la nariz.
  • Después de tocar objetos o superficies de uso compartido.
Jabón. Foto: Unsplash.
Se deben lavar las manos al menos tres veces por día.

También se desaconseja el uso frecuente de jabones antibacterianos en el hogar, ya que no son más efectivos que los comunes y pueden contribuir a la resistencia bacteriana.

Educación y acceso a la salud, dos desafíos que continúan pendientes en la agenda mundial

Tanto la OMS como UNICEF coinciden en que el lavado de manos debe estar respaldado por políticas públicas que garanticen el acceso a agua potable, jabón y espacios adecuados, tanto en escuelas como en comunidades vulnerables.

Ambas entidades sanitarias sostienen que, además, la educación desde edades tempranas es clave para que el lavado de manos se transforme en un hábito sostenido y no solo en una reacción ante emergencias sanitarias. Campañas escolares, señaléticas en espacios públicos y estaciones de lavado accesibles forman parte de las estrategias que estas organizaciones promueven en todo el mundo.

Esta práctica cotidiana tiene que ser una costumbre para toda la comunidad, ya que continúa siendo una de las primeras líneas de defensa en la protección de la salud individual y colectiva, sobre todo entre los menores de edad. Tan simple como efectivo, es un recordatorio de que los gestos cotidianos también pueden cambiar el mundo.