Arte que sana: los pasatiempos creativos que podrían formar parte de tratamientos médicos para la salud mental

En un mundo dominado por la inmediatez, las pantallas y las exigencias laborales constantes, cada vez más expertos en salud mental están volviendo la mirada hacia una fuente inesperada de bienestar emocional: los pasatiempos creativos.
Lejos de ser una moda pasajera, actividades como tejer, pintar o jardinear están ganando terreno en la comunidad médica como herramientas complementarias para tratar la ansiedad, la depresión y el estrés crónico.

Un estudio realizado por Jackson’s Art, una firma británica especializada en insumos artísticos, reveló que casi todos los encuestados que practican alguna forma de arte afirman experimentar mejoras en su salud mental. De hecho, uno de cada cinco señaló que el arte le permite relajarse profundamente, mientras que otro 20% indicó que incrementa su autoestima.
“Los pasatiempos desempeñan un papel crucial en la salud mental, ya que ofrecen relajación, un sentido de propósito y una oportunidad para la autoexpresión. Participar en actividades agradables fuera del trabajo ayuda a mejorar el estado de ánimo y reducir el estrés”, afirmó el psicólogo británico Dennis Relojo-Howell, fundador del portal Psychreg
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En países como Reino Unido y Alemania, se implementó un sistema llamado prescripción social, en el cual los médicos derivan a sus pacientes a talleres de jardinería, clases de danza o sesiones de pintura como parte de sus tratamientos.

En Australia, la psicóloga Pippa Burns impulsó un programa piloto que ofrece durante ocho semanas diversas actividades artísticas como terapia complementaria.
La base empírica de este fenómeno está creciendo. Un estudio liderado por Burns junto a la investigadora Rosemary Van Der Meer, y publicado en PubMed, analizó las respuestas de más de 8.000 personas que practican crochet en 87 países.
El 90% manifestó sentirse más tranquilo luego de tejer, y tres de cada cuatro dijeron sentirse más felices y con mayor productividad en sus rutinas.

¿Qué actividades eligen las personas para sentirse mejor?
De acuerdo con la encuesta de Jackson’s Art, estas son las aficiones artísticas más populares entre quienes buscan mejorar su salud mental:
- Dibujar, bocetar o garabatear – 59%.
- Colorear libros para adultos – 33%.
- Pintura tradicional – 30%.
- Bordado, tejido y crochet – 28%.
- Arte digital – 23%.
- Técnica mixta – 23%.
La psicóloga clínica Patricia S. Dixon señaló que tejer, por ejemplo, “tiene un efecto calmante similar al de la meditación, promueve el mindfulness y ayuda a enfocar la atención en el presente”.
Además, algunos estudios sugieren que estas prácticas pueden disminuir la presión arterial, aliviar dolores crónicos, como en casos de artritis o artrosis, y mejorar la motricidad fina tanto en personas mayores como en niños.

Sin embargo, los beneficios no terminan ahí. Estas actividades también tienen un poderoso efecto social: al realizarse en grupo, permiten establecer vínculos, compartir experiencias y formar parte de una comunidad. En tiempos en los que la soledad se convirtió en un problema de salud, este aspecto cobra una relevancia aún mayor.
En un futuro cercano, no resultaría extraño que en lugar de una receta con psicofármacos, un médico sugiera asistir a un taller de bordado o una clase de pintura. Porque, como lo demuestra la ciencia y lo confirma la experiencia, el arte también puede sanar a las personas.