Todos tiran la parte más saludable: cuál es la forma correcta de consumir la mandarina para aprovechar todos sus nutrientes

La mandarina es una de las frutas más presentes en los hogares, principalmente durante el invierno. Fácil de pelar, práctica para llevar y con un sabor que combina lo dulce y lo ácido, es un clásico que nunca pasa de moda. Además, es una gran fuente de vitamina C, antioxidantes y fibra, por lo que resulta ideal para fortalecer el sistema inmune, mejorar la digestión y sumar nutrientes sin esfuerzo.
Pero más allá de sus beneficios, hay un detalle que divide opiniones cada vez que alguien se sienta a comer una mandarina: las hebras blancas que cubren los gajos. Algunas personas se las sacan minuciosamente, mientras que otras las dejan y las comen sin más. Sin embargo, lo que muchos no saben es que esos hilitos, conocidos técnicamente como “albedros”, son muchísimo más que un detalle estético o una molestia al paladar.

La parte más saludable de la mandarina
En ese sentido, Cristina Lora, especialista en seguridad alimentaria, explicó en un video publicado en sus redes sociales por qué no deberíamos eliminarlos. Según señala, estas fibras blancas no solo son comestibles, sino que también concentran propiedades muy beneficiosas para la salud.
De hecho, contienen hasta 20 veces más compuestos fenólicos que la pulpa de la fruta, es decir, antioxidantes que ayudan a combatir el envejecimiento celular y a prevenir enfermedades. También son ricas en pectina, una fibra soluble que contribuye a reducir los niveles de colesterol LDL (el “malo”) en sangre.
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“Es la parte más saludable de la mandarina”, asegura Lora en su video, donde invita a cambiar la costumbre de retirarlas. Su recomendación es clara: “Comételo”.
Lo mismo ocurre con la banana
Y esta curiosidad no es exclusiva de la mandarina. Algo similar ocurre con los hilos que aparecen al pelar una banana. Aunque muchas veces se desechan por su textura, también aportan nutrientes esenciales como calcio, potasio, magnesio y vitamina C.

En definitiva, esos pequeños hilos que muchos ven como una molestia son aliados silenciosos de nuestra salud. Así que la próxima vez hay que pensarlo dos veces antes de tirarlos, ya que reúnen múltiples propiedades para la salud.