La alarmante predicción sobre la próxima erupción del supervolcán Yellowstone: “Oscuridad total”

Tormentas de ceniza caliente se desplazarían a más de 300 kilómetros por hora, arrasando todo a un radio de 100 kilómetros y carbonizando la vida en la zona. ¿Qué tan preparada estaría la región para sobrevivir a esta amenaza letal?
Qué pasaría si entra en erupción el supervolcán Yellowstone.
Qué pasaría si entra en erupción el supervolcán Yellowstone. Foto: Instagram @yellowstonenps

Investigadores del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) analizaron la actividad volcánica bajo el supervolcán Yellowstone, ubicado en Wyoming, uno de los sistemas volcánicos más grandes del planeta.

Gracias a que la roca fundida conduce la electricidad hasta mil veces más que la roca sólida, pudieron medir la actividad eléctrica bajo la caldera y generar un mapa tridimensional que revela la cantidad y distribución del magma subterráneo.

El magma no está distribuido uniformemente, sino que se encuentra en bolsas dispersas con un contenido que varía entre un 2% y un 30% de roca caliente y sólida. La mayor concentración, entre 400 y 500 kilómetros cúbicos de magma pegajoso rico en sílice, se sitúa bajo el noreste de la caldera, el cráter formado tras la última supererupción hace 630.000 años.

Esta cantidad supera el volumen de magma liberado en la explosión ocurrida hace aproximadamente 1,3 millones de años en la misma región, por lo que se considera que ahí podría originarse la próxima gran erupción. La incógnita es cuándo sucederá.

Qué pasaría si entra en erupción el supervolcán Yellowstone. Foto: Instagram @yellowstonenps

¿Qué implicaría una erupción del supervolcán Yellowstone?

Yellowstone ha tenido tres grandes erupciones en el pasado: la de Huckleberry Ridge, hace más de dos millones de años; la de Mesa Falls, hace 1,3 millones de años; y la de Lava Creek, hace 630.000 años.

Aunque ocurrieron otras explosiones menores, estas tres son consideradas supererupciones y muestran el tipo de devastación que podría causar un evento similar hoy.

En todas estas erupciones, el magma se fragmentó violentamente, generando enormes nubes de cenizas que cubrieron vastas áreas. Si el supervolcán vuelve a activarse, su impacto sería inevitable y afectaría a todo el planeta.

La erupción se originaría probablemente en un punto débil de la corteza sobre el reservorio de magma, donde el magma viscoso y cargado de gases rompería la superficie con una explosión ensordecedora.

Qué pasaría si entra en erupción el supervolcán Yellowstone. Foto: Instagram @yellowstonenps

Un escenario muy alarmante

Una columna de ceniza y piedra pómez ascendería rápidamente hasta alcanzar el límite del espacio en minutos, extendiéndose en todas direcciones y sumergiendo el área bajo una oscuridad total.

Tormentas de ceniza caliente y flujos piroclásticos —nubes de gas y material incandescente— se desplazarían a más de 300 kilómetros por hora, arrasando todo a un radio de 100 kilómetros y carbonizando la vida en la zona.

En el transcurso de un día, la caída de ceniza alcanzaría gran parte de Estados Unidos y Canadá, interrumpiendo servicios eléctricos, dañando cultivos, contaminando el agua y paralizando la vida cotidiana.

Modelos indican que regiones tan lejanas como Miami o Nueva York recibirían una capa fina de ceniza, mientras que ciudades como Chicago o San Francisco podrían tener hasta tres centímetros. Las zonas más cercanas, como Denver, enfrentarían acumulaciones mucho mayores, que podrían alcanzar varios metros.

Qué pasaría si entra en erupción el supervolcán Yellowstone. Foto: Instagram @yellowstonenps

¿Cuándo podría ocurrir la próxima erupción?

Actualmente, Yellowstone presenta señales de actividad volcánica, como aguas termales, pozas burbujeantes y frecuentes temblores, además de cambios en la superficie terrestre. Sin embargo, no se sabe con certeza cuánto tiempo podría tardar en formarse una nueva supererupción ni cuáles serían sus señales precisas.

Aunque se espera que una erupción de esta magnitud vaya precedida de advertencias visibles durante años o décadas, estudios sobre otros supervolcanes, como el Monte Toba en Indonesia, sugieren que estas señales podrían ser mínimas o abruptas. Esto hace que la predicción exacta sea sumamente compleja.

Lo que sí se sabe es que eventos menores explosivos podrían anticipar una erupción mayor, como ocurrió hace 630.000 años, cuando dos erupciones menores precedieron a la última supererupción de Yellowstone. Sin embargo, solo después del evento se podrá determinar si se trató de una supererupción, según el volumen de material expulsado.

Sea que expulse 500, 750 o incluso 1.000 kilómetros cúbicos de material, cualquier supererupción en Yellowstone tendría efectos catastróficos y duraderos para Estados Unidos y el mundo entero.