Salto tecnológico que redefine su superioridad aérea: Estados Unidos reemplaza el F-22 Raptor por un nuevo poderoso avión

La Fuerza Aérea de EE.UU. inicia una transformación histórica al retirar progresivamente el F-22 Raptor y adoptar un caza más versátil, preparado para la guerra multidominio y equipado con inteligencia artificial y sensores avanzados.

El Boeing F-47.
El Boeing F-47. Foto: X/@Defence_Index

La estrategia aérea de los Estados Unidos se signa por un punto de inflexión, tras decidir su Fuerza Aérea reemplazar el avión F-22 Raptor, lo que evidencia un profundo cambio en su aparato tecnológico militar.

Con esta decisión, el país se enmarca en una transición con el objetivo de mantener su superioridad aérea, más aún frente al avance acelerado de las flotas de combate de Rusia y China.

Así, el Boeing F-47 se muestra como el gran protagonista, dado que es un caza mucho más adaptable, preparado para la guerra multidominio y diseñado específicamente para escenarios de alta intensidad.

Esta decisión también implica una modernización para integrar sistemas de inteligencia artificial táctica, arquitectura modular, sensores de última generación y menos costos operativos. Lo que se busca es lograr una flota más flexible, mejor conectada y con mayor capacidad de supervivencia frente a posibles amenazas tecnológicas mucho más sofisticadas.

El Boeing F-47. Foto: X/@sentdefender

La evolución necesaria del F-22 al F-47

La gran diferenciación entre ambas aeronaves radica en su concepción. El F-22 Raptor estuvo diseñado para dominar el aire a través de velocidad extrema, maniobrabilidad y muy buen sigilo. Pero su desarrollo se dio antes del auge digital y opera con sistemas cerrados, los cuales son difíciles de actualizar y de integrar a las plataformas modernas.

En cambio, el F-47 ya vio la luz bajo la lógica de la guerra multidominio. Deja de ser solo un avión, para pasar a ser un nodo dentro de una red que combina drones, satélites, radares terrestres y armas inteligentes.

En ese sentido, su arquitectura electrónica incorpora un sistema operativo modular, procesamiento en nube táctica y algoritmos de inteligencia artificial preparados para priorizar amenazas, gestionar múltiples blancos y optimizar trayectorias y consumo en tiempo real.

En cuanto a sensores se refiere, el salto generacional es evidente. Mientras el F-22 opera con un radar AESA limitado en su diseño original, el F-47 tiene un radar de barrido electrónico extendido, además de sensores pasivos capaces de detectar emisiones sin revelar su posición y un sistema de cámaras e infrarrojos que ofrece visión 360°.

Toda esta información que se obtiene se unifica de forma automática bajo un sistema de fusión de datos avanzado.

Respecto del sigilo, el Raptor siempre se mantuvo como un referente, aunque con un mantenimiento costoso. El F-47 incorpora materiales compuestos autorreparables, recubrimientos que dispersan ondas de radar y un escape rediseñado para reducir el calor. Su tecnología stealth está optimizada específicamente para enfrentar los nuevos radares rusos y chinos de matriz activa.

El Boeing F-47. Foto: X/@Defence_Index

En lo que tiene que ver con el armamento, también se refleja una modernización, dado que el F-22 posee espacio interno limitado y ciertas dificultades para integrar misiles de próxima generación, al tiempo que el F-22 ofrece bahías ampliadas y soporte para armas de largo alcance, misiles aire-aire de nueva generación y pods modulares de guerra electrónica actualizables sin desmontar la aeronave.

Finalmente, otro de los aspectos clave es lo logístico. El F-22 es caro de producir, depende de piezas únicas y sus tiempos para ser reparado pueden extenderse en demasía. El F-47 reduce de manera drástica estos costos de reparación con módulos reemplazables, materiales más duraderos y un mantenimiento simplificado.

Además, el nuevo caza está diseñado para operar en conjunto con enjambres de drones, delega tareas de reconocimiento o ataque y funciona como un centro de comando aéreo avanzado.