Vacaciones de invierno, sin pantallas: 10 tips para fomentar la lectura en los más pequeños

Con la inminencia de las vacaciones de invierno, muchos chicos empezarán a tener más tiempo libre y esto les permitirá distenderse mejor. Pero una de las preocupaciones de todo padre es que sus hijos puedan disfrutar de verdadero tiempo de calidad, lo que se traduce en tiempo lejos de las pantallas de los celulares y de las computadoras.

Uno de los grandes desafíos es poder apartar a los chicos de la tecnología y reconectarlos con actividades lúdicas o de esparcimiento, como pueden ser la lectura de libros. Y hay algunos sencillos trucos que podrían ayudar en este desafío.
La lectura, aliada de los más chicos
Sabido es que la lectura de un buen libro no solo fomenta la imaginación, sino que también amplía el vocabulario, además de generar el hábito de la constancia y de la reflexión.

Pero muchas veces, hacer que un niño se siente a leer en su tiempo libre puede ser una batalla perdida. Sin embargo, los siguientes tips podrían ayudar en esta “batalla” por las sanas costumbres:
- Crear un rincón lector acogedor: transformá un pequeño espacio en un refugio para leer, como por ejemplo con un almohadón mullido, una manta suave o una lámpara de luz cálida para invitar a relajar en el lugar. Lo importante es que sea un lugar donde provoque sumergirse en un libro.
- Dejar que elijan qué leer: respetar sus gustos es fundamental. Permitir que escojan sus propios libros aumenta el interés y fortalece su vínculo con la lectura.
- Establecer momentos de lectura diarios: incorporar la lectura a la rutina -como antes de dormir o luego del almuerzo- ayuda a formar un hábito. Cuanto más natural y constante, mejor.
- Usar la tecnología como aliada: los libros electrónicos y las aplicaciones de lectura pueden ser una excelente opción para explorar nuevos géneros o autores. Una buena forma de ampliar horizontes.
- Ser ejemplo: nada inspira más que ver a los adultos disfrutar de la lectura. Si te ven leer por placer, es probable que quieran imitarte.
- Leer en voz alta con entusiasmo: cambiar de voces, interpretar personajes, hacer pausas dramáticas... todo eso convierte la lectura en un espectáculo. La narración cobra vida y cautiva.
- Jugar con lo que se lee: aprovechá la historia para jugar, lo que implica adivinar escenas con mímica, crear una “Galería de Personajes” o incluso armar un “Museo de Objetos” con elementos mencionados en el libro.
- Organizar una búsqueda del tesoro literaria: diseñá pistas inspiradas en el libro, sus personajes o escenarios. Esta actividad incentiva la lectura activa, la colaboración y la creatividad.
- Merendar con libros a la carta: prepará una merienda especial con una selección de libros como menú. Decorá la mesa y abrí el espacio al diálogo, las recomendaciones y el debate. Una experiencia lectora distinta y divertida.
- Visitar la biblioteca del barrio: convertí la visita en una aventura, por ejemplo, tomar nota de títulos llamativos, dibujar portadas o dejarse llevar con los ojos cerrados por un libro al azar. La biblioteca puede ser un universo por descubrir.