Furor por el pádel en Argentina: cuánto cuesta alquilar una cancha, una paleta y un tubo de pelotas

El deporte que nació en México volvió a ser tendencia gracias a sus simples reglas y la necesidad de solo cuatro personas para jugarlo. Conocé todos los precios para sumarlo a su rutina diaria.
Pádel.
Pádel. Foto: Instagram @padel_apa.

Luego de haber sido furor en la década del 90, el pádel volvió a resurgir en Argentina y continúa sumando más adeptos, quienes dejan de lado el tradicional fútbol 5 gracias a sus simples reglas y la necesidad de solo 4 personas.

En este contexto, muchas principiantes e interesados se preguntan: “¿Cuánto cuesta el alquiler de una cancha de pádel?“. Según la página ‘ATC Sports’, en la Ciudad de Buenos Aires los precios van desde los $10.000 a $60.000.

Los alquileres de una cancha de pádel van desde los $10.000 a $60.000. Foto: Instagram @padel_apa.

En distintas localidades de la provincia de Buenos Aires, también existe un amplio rango de costos: arrancan en $8.500, como en el Club Melián (Morón); o las canchas del complejo Mega Fútbol (San Justo), que están alrededor de $30.000.

En Rosario (Santa Fe), los valores son más económicos y llegan a un máximo de $30.000, que equivalen a $7.500 por persona. Mientras tanto, en la provincia de Córdoba, hay alquileres aún más baratos, a partir de los $8.000, la hora y media.

¿Cuánto cuesta alquilar una paleta de pádel y un tubo de pelotas?

Las paletas de pádel, que están compuestas de fibra de carbono, goma EVA o FOAM en su parte interior, se suelen alquilar entre los $2.000 y $5.000, dependiendo del lugar y estado del instrumento.

El alquiler de una paleta de pádel va desde los $2.000 a $5.000, según su estado. Foto: Instagram @padel_apa.

Las paletas pueden ser redondas, con forma diamante o lágrima, que ofrecen diferentes tipos de control y potencia. Por otro lado, el tubo de tres pelotas cuesta entre $14.000 y $16.000.

Por último, el levantamiento de una cancha pádel ronda los 250 mil dólares. Según los propietarios, lo más costoso es el piso, ya que no puede tener imperfecciones ni desniveles y el techo, inevitable para jugar los días de lluvia.