Dan de alta al emperador emérito Akihito tras un nuevo tratamiento para afección cardíaca
Tokio, 18 jul (EFE).- El emperador emérito de Japón, Akihito, de 91 años, fue dado de alta este viernes del Hospital Universitario de Tokio, donde estuvo ingresado desde el lunes para someterse a un nuevo tratamiento y a un ajuste de mediación por la falta de mejoría de la isquemia miocárdica que padece.
Akihito salió de las instalaciones hospitalarias en coche junto a la emperatriz emérita, Michiko (90), alrededor de las 11:30 hora local (2:30 GMT) y fueron trasladados a su residencia en el distrito capitalino de Minato, según informó la agencia de noticias Jiji.
El emérito japonés montó en el automóvil ataviado con mascarilla sanitaria y de aparente buen ánimo, según pudo apreciarse en las fotografías captadas por los medios tras el alta hospitalaria.
Durante este último ingreso, Akihito recibió un nuevo tratamiento por vía oral y se revisaron los fármacos que le fueron prescritos el pasado mes de mayo durante otra estancia hospitalaria, que no habían sido suficientes para mejorar su condición.
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Akihito se sometió a un chequeo regular a mediados de abril en el que se hallaron indicios de la enfermedad arterial coronaria, que ocurre cuando el flujo sanguíneo a una parte del corazón se reduce o se bloquea y resulta insuficiente, lo que llevó a su ingreso de mayo para pruebas adicionales y un ajuste de la medicación.
El emperador emérito japonés venía realizando ejercicios de bajo esfuerzo y caminatas para mantener su salud desde entonces, a la par que tomaba medicamentos para mejorar el flujo sanguíneo coronario, según sus asesores, pero ante la falta de mejoría, un equipo médico concluyó que necesitaba un tratamiento adicional.
Akihito abdicó en favor de su primogénito, Naruhito, en abril de 2019, preocupado por su avanzada edad y el deterioro de su salud, y desde entonces ha estado apartado de las actividades públicas, con apariciones puntuales junto a su hijo en años anteriores.
En 2003 fue sometido a una intervención quirúrgica por un cáncer de próstata y en 2008 sufrió una hemorragia estomacal, la misma enfermedad que en 1989 se cobró la vida a los 87 años de su padre, Hirohito.
En 2012 el ahora emperador emérito fue diagnosticado de una angina de pecho y se sometió a una operación coronaria de "bypass".
En julio de 2022 experimentó temporalmente síntomas de anemia cerebral severa y una resonancia magnética reveló que tenía una insuficiencia cardíaca derecha causada por una insuficiencia de la válvula tricúspide de la que evolucionó satisfactoriamente.
Su condición física se había mantenido relativamente estable desde entonces, aunque en septiembre de ese mismo año se sometió a una operación de cataratas y de glaucoma en el ojo derecho. EFE
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